COSPLAY

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Renka Ma disfruto estar rodeado de amigos de su edad, en China claro que tenía amigos, pero en su mayoría eran más viéndolo a ella como una niña o un superior, los mafiosos que de alguna manera se habían retirado luego que les volará un diente y se dedicaron a tener una vida diferente la trataban más como una niña y los aprendices que la escuela de su padre tenía antes de cerrar al venir a Japón la trataban como un Senpai en busca de ayuda.

Estaba bien, tanto como podía estarlo, disfrutaba el pelear contra mafiosos y hablaba con sus conocidos varias veces, pero hasta hace poco no sabía lo bien que se sentía el hablar con personas de su edad, personas que no la veían con una sonrisa como si vieran hablar a una niña, o personas viéndola con respeto esperando una lección de vida o consejo.

Fue algo nuevo para ella, no desconocido pero nuevo al fin de cuentas, tener personas que se rían con ella de las cosas más absurdas, personas que hablan con ella informalmente, incluso bromas hasta burlarse de ella, personas que puede llamar amigos.

Hasta este momento realmente no sabía lo bien que se podía sentir, fue algo que le agrado bastante, originalmente había venido a Japón en busca de su padre y regresarlo a China donde está su familia, donde su madre se encargaría de golpearlo.

Pero ahora realmente no tenía la necesidad de regresar, egoísta de su parte y ella lo sabía bien, pero por primera vez quería seguir disfrutando de esta sensación, la última vez que hablo con su madre fue cuando llegó a Japón, hablando sobre la búsqueda de su irresponsable padre y que cuando lo encuentre la llamaría, cosa que no ha hecho a pesar de incluso ahora vivir con el.

Era sorpréndete para ella que eso no fue lo primero que haya hecho, había pasado bastante tiempo esforzándose para poder regresar a su padre y ahora que estaba a una llamada para regresarlo no lo hizo, dudaba, no, ella sabía perfectamente que era, pero quería seguir disfrutando este tiempo un poco más.

De hecho, disfrutaba mucho la compañía nueva, en especial de su amiga favorita, Kisara Nanjō, ambas extrañamente se habían llevado muy bien, ambas disfrutaban varias cosas que le gustaban a la otra, los gatos su principal afición, patear traseros de engreídos era otra, y el actual miedo compartido a la hermosa sirvienta de los Shirahama.

Y ahí estaba otro de sus amigos favoritos, Kenichi Shirahama, el era agradable y amable, emitía la misma vibra que un pequeño animal indefenso, daban ganas de incluso cuidarlo, era realmente fácil llevarse bien con el.

Pero también era una de las personas más talentosas que había visto, era raro ver cómo había cambiado al momento de pelear, si alguien lo viera por su mente jamás pasaría que el pudiera siquiera pelear, pero maldita sea pareciera que nació para ello.

Nadie relaciona esto con eso, era casi antinatural relacionar el que se la pasaba plantando plantas con una sonrisa casi tonta con el que peleó hace unos días.

Llevaba poco tiempo en Japón pero había pasado pequeñas y grandes cosas que la hacian querer quedarse, nuevos amigos, peleó contra alguien que podía aguantar un poco más de ella, y de alguna manera se había vuelto capitana de la Alianza Shinpaku, realmente no sabía que era pero Kenichi y Kisara eran miembros y cuando les pregunto realmente no lo negaron solo respondieron con un "déjalo hacer lo que quiera, es más fácil solo ignorarlo", por lo que acepto fácilmente, aunque la risa de Niijima era como la de un científico loco.

"Gracias por ayudarme Renka-san"

"Oh, por nada"

Miu Furinji, una hermosa rubia de ojos azules que al igual que ella vivía en Ryozampaku, se llevaba bien con ella, pero le agradaba más la pelirroja Nanjō, lo cual era extraño sabiendo que pasa más tiempo con Miu y viven juntas, pero quizás una de las razones por la que considera a Kisara y Kenichi más amigos que a Miu es por no ir con ella a buscar a su padre.

KENICHI - [NANO MARCIAL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora