Capítulo 2

398 28 11
                                    

Que agotador era para los menores trabajar en sus apretados horarios bajo la autorización de sus hyung's, cada actividad era más exigente que la anterior pero parecía que ellos podían estar tranquilamente con eso. Tal vez podía ser por la mala alimentación o sus dietas, lo que hacía que el cansancio fuera mucho más notorio.

—h-hyung, n-no me siento bien hoy. —avisó Jimin, estaba cansado, le dolía la cabeza y tenía mucho sueño.

—no fastidies, apenas comenzará la entrevista. —respondió Yoongi quien estaba a su lado.

Jimin no tuvo opción que callar y mirar a los demás, Jungkook no paraba de cabecear cada que podía por el sueño y Taehyung solo podía estar más en la nube que en la tierra. Los tres tenían grandes ojeras, pues llevaban ensayando varias noches por exigencia del coreografo y solo eran cubridas por el maquillaje.

—disculpen, ¿por qué algunos de sus miembros parecen tan cansados? —preguntó el entrevistador después de unas rondas de preguntas.

—solo tienen sueño, son niños y los acostumbramos a dormirlos temprano. —respondió Hoseok con una amable sonrisa.

—oh entiendo. —dijo divertido— no se preocupen, solo quedan unas cuantas preguntas más y terminaremos por hoy. —avisó para luego volver a su papel de entrevistador tras encenderse nuevamente las cámaras, después de un receso de 10min.

Si bien dijo que serían unas cuantas preguntas, la verdad fue que el programa se prolongó por una hora más. Los menores estaban hartos, solo querían levantarse y retirarse del lugar. Pero ellos sabían que se vería mal ante el ojo público y que cuyo comportamiento no sería aprobatorio para sus hyung's. Por lo que resignados, se quedaron esperando hasta que finalmente pudieran irse.

*****
—la próxima vez sonrían más frente la cámara, a la siguiente que vuelvan a verse amargados les daré razones para estarlo. —advirtió Yoongi, mientras conducía.

—¿así como usted? —respondió sin pensarlo mucho Jimin.

—vuelve a decirlo. —reto. Pero el menor simplemente no quiso responder tras darse cuenta de su error— sólo espera a que lleguemos a casa.

—por favor hyung, no me haga nada. —pidió aguantando sus lágrimas— n-no era mi i-intención, n-no quise dirigirme a u-usted así.

Yoongi no volvió a dirigirle la palabra y simplemente le ignoró concentrado en manejar. Su silencio solo significaba un castigo seguro, Jimin lloraba desconsolado. No solo tenía que lidiar con un dolor de cabeza, si no también un castigo por faltar el respeto a su mayor. Luego de varios y tortuosos minutos, llegaron a la casa en donde cada uno fue bajando del vehículo en orden, excepto Jimin que no deseaba bajar.

Se alteró cuando vio como Yoongi llegaba a su lado de la puerta y la abría sin aviso, le tomó por el cabello y se lo llevó a rastras hasta la habitación ante la mirada indiferente de los mayores y aterrada de los menores.

—¡¡d-duele m-mucho hyung, duele!! —chilló el menor buscando una manera de aliviar el agarre del mayor.

Éste siguió ignorando sus pedidos hasta que llegaron a la habitación, ya adentro le obligó a sentarse en una silla y a mantenerse ahí. Jimin no dejaba de observar cada paso que daba, hasta que su vista dio con un objeto en específico.

—h-hyung por favor no l-lo haga...—siguió rogando, pero fue inmediatamente callado por el objeto de madera que fue dirigido a su boca.

¡PLAS PLAS PLAS!

—te daré un total de 10 más por ser osado al creerte muy chistoso por responderme de esa forma. —anunció tomando su cabeza para que no la moviera y volviendo a los azotes.

ObedienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora