Esa frase

258 61 8
                                    

POV Jung Kook

A pasado un año, un maldito año desde que mi vida perdió su rumbo, no puedo hacerme a la idea de que ella ya no esté aquí conmigo, aún siento su aroma en el aire, cuando duermo aún puedo sentir sus delicadas caricias en mi rostro, donde quedarán esos planes de amarnos toda la vida, como sería haberla visto vestida de blanco ese día que se suponía sería el más feliz de nuestras vidas? Son preguntas que ahora ya no puedo contestarme, será que algún día me acostumbraré a estar sin ella? Y digo acostumbrarme porque aceptar que ella ya no está JAMÁS

Sus padres viven con la loca idea de que Romi sigue viva, por qué un pedacito vive en cada persona que recibió lo que necesitaban de ella, pero es estúpido para mí, ella era única, era especial

Ellos mantiene contacto con alguna de esas personas en varias ocasiones me han pedido que los acompañe a reunirse con ellos, pero no, no puedo...

Los chicos durante este tiempo me dieron mi espacio, mi tiempo para llevar mi duelo, aunque no se los digo lo agradezco muchísimo, en verdad ellos son los mejores, son mi familia.
Hasta hace poco me pidieron que regresara a mis actividades pues comenzaríamos a grabar un nuevo álbum, no puedo mentir me costo algo de trabajo pero acepté, así que ahora empiezo a pensar un poco más en la música, aunque no podré evitar echar de menos su presencia en primera fila.

Poco a poco e comenzado a salir de mi casa, a visitar algunos lugares, a socializar. Mucha gente pensará que e exagerado pero que saben ellos de lo que teníamos nosotros, ella era mi vida, era mi todo.
Hoy sería nuestro aniversario y en particular la e extrañado demasiado, tendré practica con los chicos y decidí que visitaría aquella cafetería que era nuestra favorita, no sé si esté completamente listo para sobrellevar los recuerdo que puedan llegar pero aún así lo haré.

Más tarde....
Estoy parado frente a esa cafetería, los recuerdos comienzan a hacerse presentes, mi corazón duele igual que aquel día, camino hacia la puerta y entro, inmediatamente recuerdo su rostro, su risa y lo feliz que ella era aquí conmigo, camino hacia la mesa en que solíamos sentarnos y mi cuerpo se paraliza, una chica se acerca para ofrecerme algo y no puedo contestar, estoy totalmente inmóvil y sin decir nada, creo que la chica pensó que no quería contestar y opto por irse amablemente no sin antes decirme que la llamara si necesitaba algo, fue algo grosero lo sé, pero esta sensación de bloqueo era más fuerte que yo...
Cuando por fin pude tranquilizarme un poco estaba a punto de llamar a la chica pues pediría su pastel favorito, ella llegó a la mesa con algo en las manos
"Servido café americano frío, dos de azúcar, leche descremada, un toque de vainilla y suficiente hielo, aaa y una galleta de avena con chispas de chocolate, no se lo digas a nadie pero tome la que tiene más chispas...

Que?? Como supo ella lo que yo pedía?
Todo lo que ella trajo era justo lo que Romi pedía para mi, no podía creer, no me explicaba cómo es que ella lo sabía, pero esa última frase... no le digas a nadie, pero pedí la que tenía más chispas, eso solía decirlo siempre que veníamos aquí, porque ella me dijo eso?
No pude más, no podía quedarme más en ese lugar, me puse de pie y tome mi cartera mientras aquella chica se disculpaba, si supiera que no es ella el problema si no yo que vivo aferrado a mis recuerdos, ella no dejaba de pedir perdón y yo solo quería salir de ahí, comenzaba a faltarme el aire, tomé dinero y lo dejé sobre la mesa, salí lo más rápido que me permitieron mis piernas, caminé un poco para alejarme de ahí y mientras lo hacía no podía dejar de pensar en las palabras de esa chica, sería solo una coincidencia?
La verdad me sentí un poco mal por ella, pensé en regresar y decirle que estaba bien que no era culpa suya pero no me creía capaz de entrar ahí de nuevo, espero que lo olvide pronto.

Regresa a Mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora