Park Jimin tiene que presentar el manuscrito de su novela a finales de diciembre, pero para el momento de empezar a escribir un nuevo capítulo, su mente se bloquea sin poder redactar. Min Yoongi, su esposo, sugiere una idea para ayudarle, eso implic...
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Extra 1: Ósculo sabor a vino
La tabla de carnes frías y quesos había quedado vacía. Jimin optó por ir a la cocina y armar una nueva, esta vez con menos porciones. Colocó el último cuadrado de queso ecuatoriano, analizó la armonía y contraste de los bocadillos bien colocados, y sonrió, satisfecho.
Desvió la mirada a su copa con vino tinto. A diferencia de sus invitados, esa noche Jimin prefirió beber algo más suave.
Tomó la copa siendo cuidadoso y la agitó con lentitud de manera circular. El líquido burdeo figuraba moverse como las olas del mar dentro del cristal. Dejó pasar unos segundos y bebió. Sus papilas gustativas reconocieron inmediatamente el sabor. Delicioso, amargo, frío y endulzante.
Su subconsciente y consciente estaban distraídos cuando dos grandes manos sujetaron su cintura. Manos que encajaban a la perfección en cada parte de su cuerpo. Al reconocerlo, se quedó inmóvil con una sonrisa burlesca dentro de su ser, esperó el siguiente movimiento de su esposo.
—¿Qué tal el vino?—preguntó cerca de su oído.
—Está delicioso—respondió girando sobre sus talones, quedando frente a frente, su espalda se apoyó en el mesón y las manos de Yoongi apenas se habían movido.
Yoongi le sonrió con las mejillas pintadas de color carmesí producto de las rondas de whisky con sus invitados. Su vestimenta hogareña hacía que su pálida piel sobresaliera.
—¿Puedo probar?
Yoongi acortó la distancia. Jimin lo miró a los ojos y asintió extendiendo la copa.
Una sonrisa con picardía emergió del rostro de Yoongi, sus astutos y silenciosos ojos viajaron hasta la copa con vino que sostenía Jimin, luego a los ojos de su esposo. Con parsimonia una de sus manos soltó el agarre que los unía y aparentó tomar la copa, sin embargo, ante la atenta mirada de Jimin, sujetó su mentón, rompió por completo la distancia y estrechó los labios con los de él.
Aniquiló la inquietud y necesidad de besarlo. La total entidad de Jimin causaba un desorden de emociones en su cerebro, más aún con alcohol en su sistema. Yoongi lo veía como una deidad. La persona que quería, la persona que adoraba, la persona que amaba.
La mezcla de sabores abrazó el instante en que Jimin intensificó el beso envolviendo sus manos en el cabello de Yoongi. Su hogar.
Yoongi pudo sentir la sapidez del vino, delicioso, amargo, frío y endulzante. Dejando en último plano el escaso sabor del whisky.
—¿Y qué tal?—gimió con una sonrisa.
—Embriagante.
De fondo, una carcajada atronadora les recordó la presencia de sus invitados en el salón.
—Hoseok debe estar ganando el juego—Jimin estiró el cuerpo, fingiendo interés en lo que sea que sus amigos estuvieran haciendo—. Andando—dejó un escaso ósculo en la mejilla de Yoongi y ambos salieron de la cocina.
Todos estaban sentados en el comedor, riendo y charlando mientras bebían de a poco.
Habían dejado de lado el jenga para jugar responde o shot. La dinámica consistía en que cada jugador elegía una carta al azar dentro del abanico de naipes, cada una con diferentes preguntas y si el jugador se abstenía de responder, tendría que beber un shot de alcohol.
Taehyung tomó una carta del abanico que reposaba sobre la mesa, la ojeó y aclaró la voz.
—Dice: Todos los jugadores digan cómo se llamarían si fueran del sexo contrario. Ejemplo: Kim Eujin - Kim Jia.
Jungkook apoyó su mano en la barbilla y meditó su respuesta, tomándose la pregunta muy en serio.
—Yo me llamaría Jeon Hanni— respondió a los pocos segundos arrastrando las palabras, seguidamente, descansó su cabeza en el hombro de Taehyung—. Cariño, creo que estoy mareado.
Taehyung se acercó más a él.
Jin negó entre risas mientras observaba lo que había sobrado del pastel de cumpleaños de Namjoon. La reunión que Jimin y Yoongi habían organizado para festejar un año más de vida de uno de sus amigos le parecía uno de los actos más bonitos y cálidos dentro de su burbuja de hermandad.
—Kim Sejin suena bien para mí—dijo Jin, pero bebió sin importarle las reglas del juego.
Hoseok por poco se atragantó con el bocadillo que había llevado a su boca cuando Jin bebió, quiso reírse.
—Me gusta Lily, Kim Lily. ¿No les encanta? Suena elegante—Namjoon sonrió convencido de haber escogido el nombre perfecto.
—Taehyung, tu turno.
Taehyung se tomó unos segundos antes de responderle a Hoseok.
—Winter. Mi nombre sería extranjero.
—Cariño, me gusta Winter—susurró Jungkook.
Al lado de Taehyung, Jimin bostezo, tapándose la boca.
—Amor, es tu turno—dijo Yoongi.
Jimin frotó sus ojos y habló:
—Park Jimin. Mi nombre es versátil y sobre todo me gusta. Me llamaría igual.
Jungkook chasqueó la lengua y movió con lentitud la cabeza de un lado hacia otro, bromeando.
Yoongi rodeó con su brazo la cintura de Jimin.
—¿Qué hay de ti, Yoongi?—Namjoon se acomodó para que Jin pudiera recostarse en su pecho.
—Min Yoonji.
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NOTA DE LA AUTORA
Marcas de amor viene con unos cuantos extras, tres para ser exactos.
Extra 1: Ósculo sabor a vino; Extra 2: Ósculo sabor a Whisky; Extra 3: Marcas de pasión.
Debo mencionar, que el extra 2 y extra 3 está ambientado en una línea de tiempo diferente, es decir, una donde Jimin y Yoongi son mujeres y no hombres, sí, así es, los extras son gls, jeje. Por eso el extra 1 hace una introducción de "cómo se llamarían ellos sí..."
Datito: Park Jimin y Min Yoonji son personajes de la línea de tiempo—historia—de Taipán. Si van al día, ellas aparecerán en el capítulo ocho ;)
