Viaje.

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-¿Estás segura de esto, Annabeth? -me preguntó Piper por enésima vez-.

-Estaré bien -aseguré-. Además, Frank y Hazel estarán allí, y no me sentiré sola.

La hija de Afrodita me lanzó una mirada bastante preocupada, pero decidí ignorarla. Terminé de empacar mis cosas, y dejé las maletas en el suelo.

La decisión que estaba tomando podía ser considerada un poco exagera y abrupta, pero en ese momento no me importaba demasiado. Necesitaba alejarme un poco del Campamento Mestizo, tomar aire puro y decidir bien qué haría.

Aún no podía procesar el hecho de que Percy y yo hubiéramos terminado. No entendía el por qué de esto, si íbamos tan bien...

Corté esa línea de pensamientos. Siempre pensaba en lo mismo, y esto estaba matándome.

-Solo quiero asegurarme de que estés cómoda allá, Annabeth -exclamó la chica-, y que no tomes una decisión precipitada de la que luego te arrepientas.

-Estoy segura de que no me arrepentiré, Pipes -afirmé, mirándola fijo-. Solo lo hago por mi bien, necesito cambiar de aires y visitar a mi padre.

Le regalé una sonrisa, intentando que no pareciera tan fingida como lo era. Ella me dijo que debía irse, ya que se despediría de Jason (quien volvía al Campamento Júpiter ese mismo día), y se marchó.

Me preparé mentalmente para lo que sucedería, mientras salía de mi Cabaña. La miré por última vez, pensando en que pasaría un largo tiempo antes de que volviera a verla.

-Bien, Annabeth, ahora estás por tu cuenta -musité para mí misma-. Recuerda siempre tener un plan.

Saludé a mis hermanos y hermanas, arrastrando mis maletas rumbo a la salida del Campamento. Aquí había crecido, y me habían pasado un montón de cosas; y ahora debía irme. Todo en la vida tiene ciclos, y ahora se estaba cerrando uno.

«Adiós a todos» saludé mentalmente, mientras cruzaba la barrera.

-¿Ya nos vamos? -preguntó Jason-.

Yo asentí, y él me sonrió.

Teníamos un largo viaje hasta San Francisco pero, gracias a los Dioses (y la ausencia de Percy, ¿para qué negarlo?), pudimos tomar un avión para llegar más rápido.

Esto definitivamente era mucho mejor que tener que atravesar el país en autobús, y otros medios porque tu amigo no puede viajar en avión. Sonreí para mí misma, recordando lo ocurrido cuando teníamos doce años; Percy, Grover y yo, cruzando el país y teniendo un montón de aventuras.

Suspiré con nostalgia y decidí que lo mejor sería dormir un poco.

(* * *)

¡Maldición! Si Jason no dejaba de roncar, iba a matarlo.

No me había dejado dormir en todo el trayecto, y comenzaba a sentir demasiado cansancio. Probablemente cuando llegara a nuestro destino me dormiría.

Intenté cerrar los ojos y dormir un rato, pero no pude y terminé por rendirme.

Cuando aterrizamos sentí que iba a matar al novio de Piper. Seriamente, iba a hacerlo si no hubiéramos tocado tierra primero.

-Si te escucho roncar de nuevo, acabaré contigo, Jason -exclamé-. Luego de dormir un rato.

Lo escuché reír, y no pude evitar hacerlo yo también. Por lo menos, el viaje no había comenzado tan mal.

Sentimientos Encontrados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora