Placentero

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La noche apenas comenzaba, pero los gemidos que habían compartido ya habían encendido un fuego imparable en el cuerpo de Amane. Cada caricia, lo había llevado al borde del abismo. El deseo se deslizaba por su piel, haciendo que cada fibra de su ser se tensara. Amane ya no podía contener el temblor en sus manos, su respiración era errática, y en su mente sólo existía una cosa: Tsukasa.

El tiempo dejó de tener significado para él. Todo lo que importaba era la sensación de su piel ardiendo, su corazón latiendo fuerte en su pecho. Tsukasa se movía con una precisión inquietante, que demostraba que conocía cada rincón del cuerpo de Amane, cada secreto que su piel guardaba. Las manos de Tsukasa tomaban a Amane con una mezcla de ternura y posesión. Pero más que las caricias, eran las perversidades que Tsukasa le hacía lo que mantenía a Amane atrapado en esa espiral incontrolable de deseo.

Sin previo aviso, Tsukasa bajó su rostro hasta el cuello de Amane, lamiendo su piel con una suavidad que solo intensificaba el deseo. Amane cerró los ojos, dejándose llevar por la sensación de su aliento caliente, pero entonces, sintió el cambio. No era solo una caricia; había una nueva intensidad en los labios de Tsukasa, unas ganas más intensas. Amane lo supo en el instante en que los dientes de su hermano se hundieron en su cuello con un deseo feroz, marcando su piel con una promesa indeleble.

El dolor estalló en su cuerpo, violento, pero tan visceral que apenas pudo distinguirlo del placer que lo envolvía. Era un dolor que lo quemaba desde adentro, que lo hacía sentir vivo de una manera escalofriante. Cada mordida, cada roce de esos dientes filosos lo arrastraba más allá de los límites de lo que creía posible. La sangre corría cálida por su piel, pero Amane solo podía concentrarse en el placer. Cada nervio de su cuerpo reaccionaba, vibrando al compás de la excitación y el dolor que lo consumía.

Quiso gritar, pero no pudo. Su garganta parecía cerrada, bloqueada por emociones y sensaciones que lo ahogaban.
No quería que se detuviera, no quería escapar de ese momento. Porque aunque el dolor era abrumador, el placer lo era aún más. Porque lo amaba. Amaba a Tsukasa de una manera que no podía ser comprendida por nadie más, una manera que solo ellos compartían, que solo ellos entendían.

Y en ese amor, en esa entrega completa, encontró la verdad de lo que eran:
perfectos el uno para el otro. Lo que para otros sería locura, para ellos era un arte. Amane encontró el placer en el masoquismo, en las marcas que Tsukasa dejaba en su cuerpo, en la manera en que se unían más allá de lo físico, más allá del dolor y del placer. .

"El amor que siento por ti y que tu sientes por mi,  es algo que quiero sentir cada mañana, cuida de mi por favor, te amo" eso es lo que le Dijo Amane a Tsukasa en medio de algunas lágrimas y con sus lindos ojos, algo inchados.

"Eres lo que endulza mi vida, así que dejame ser egoísta" respknde Tsukasa
Ambos se sumergen en mas besos~~

El resto de la noche se fundieron en el amor, una simbiosis que superaba todo lo que habían experimentado antes. Esa noche, exploraron los confines de sus mentes, sus deseos más oscuros y profundos. Cada movimiento, cada suspiro, era una reafirmación de lo que eran, de lo que compartían. No había tabúes, no había límites. Solo la pura entrega a lo que los hacía completos.
Amane supo que esa marca que ahora llevaba en su cuello no era solo una cicatriz. Era un recordatorio de lo que eran, de lo que siempre serían.






De vueltaaaaaa. Ya vieron los nuevos capitulos del anime??? :D

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⏰ Última actualización: Oct 08 ⏰

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Mi dulce Hermanito ~Amane x Tsukasa~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora