5.- Vacía.

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Marcy se removió con pesadez en su cama, dándole la espalda a la ventana por la cual se colaba la iluminación de la mañana. Las sábanas estaban desparramadas en el suelo. Siquiera había conseguido dormir alrededor de una hora, en vista de que se la había pasado lamentándose el resto de la noche. No tenía ni la menor idea de cómo iba a enfrentar a sus amigas. ¿Cómo reaccionarían cuando les dijera la verdad?

«No puedo hacerlo» pensó con temor, encogiéndose en su espacio. Unas pequeñas lágrimas surgieron de sus ojos rojos e hinchados. Sentía demasiado asco y vergüenza de sí misma. No quería que nadie la viera en ese deplorable estado.

"Estás hecha una mierda".

Escuchó la frase en su cabeza. Y por extraño que fuera, le otorgó la razón al dueño, o más bien, dueños de esa voz.

Empleando un esfuerzo sobrehumano, se puso de pie y se miró en el espejo, aunque realmente no deseaba hacerlo. Observó unas marcas rojas a lo largo de su cuello que ayer se había encargado de ocultar con su largo cabello. La pequeña laceración en la frente y su cuerpo profanado.

"Cuéntanos, ¿te gustó la experiencia de ayer, niña?"

La inoportuna voz del Núcleo se mofó destilando veneno. En el espejo se formaron unos ojos dolorosamente familiares y espeluznantes. Algunos rasgos de su propio rostro trasmutaron en el reflejo; los anteriores ojos castaños, ahora eran unos brillantes anaranjados, unos que centelleaban con absoluta perversidad. Una tétrica sonrisa se ensanchó también en sus labios.

"No intervenimos antes, porque nos pareció que realmente lo estabas disfrutando". Ellos se regodearon con el dolor que atormentaba a la pobre chica.

Marcy, sometida por la amargura, se tapó los oídos con las manos y sacudió la cabeza con desespero. Aun así, la risa sádica retumbó en lo profundo de su cerebro.

—Déjame en paz, sé que no eres real.

"¿En serio sigues creyendo que somos una alucinación producto de tus desórdenes mentales? Niña ingenua" soltó otra risotada enfermiza. "Nosotros somos más reales de lo que te imaginas, existimos dentro de ti desde hace mucho tiempo. Esperando el momento exacto para cobrar nuestra ansiada venganza".

—Eso no es cierto... Cállate. —le ordenó fluctuante, evadiendo la horrible mirada que perforaba su alma como mil dagas. Tenía que estar mintiendo. El Núcleo solo era uno más de sus delirios.

"No puedes deshacerte de nosotros, Marcy Wu".

—Cállate.

"Tomaremos el control en cualquier momento".

—Que te calles, maldita sea.

"Mataremos a tus preciadas Anne y Sasha..."

—¡Ya cállateee!

En un arranque de ira, arrojó contra el espejo lo primero que estuvo a su alcance. La placa de vidrio estalló, esparciendo trozos afilados por todas direcciones. Marcy jadeó extenuada tanto física como mentalmente.

"Tal vez necesitas un escarmiento".

Marcy captó de repente, y sin imaginarlo, su propia mano izquierda, a contra de su voluntad, se afianzó con fuerza a su garganta.

"Ruéganos y tal vez te dejemos vivir".

Nunca esperó que el Núcleo pudiera controlar parcialmente su cuerpo. Era un truco nuevo.
Haciendo uso de la mano que aún podía manejar, probó apartar su otra extremidad, pero cada vez que lo hacía, su izquierda se constreñía con más presión, dejándola sin oxígeno.

𝗧𝗵𝗲 𝗚𝗵𝗼𝘀𝘁 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗮𝘀𝘁 / 𝔸𝕞𝕡𝕙𝕚𝕓𝕚𝕒  (Pausado) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora