"¡¿Dónde está?!"

7 4 0
                                    

Sasuke es un alfa de catorce años, de cabello azabache puntiagudo, algo alto para su edad, midiendo 1.64 su piel es clara.

Sus ojos onix son del mismo color que su cabello, viste con una camisa azul marino con cuello, unos shorts blancos, vendas en los pies y sandalias shinobis azules.

Hace poco se fue de la aldea de Konohagakure, convirtiéndose en un ninja renegado.

Nadie lo a visto desde entonces, el último ser vivo que lo vio fue Naruto Uzumaki, un Omega de cabellos rubios y ojos zafiros, con una piel un poco, solo un poco bronceada, viste con un mono naranja chillón con azul y con unas sandalias shinobis azules.

El rubio no pudo traer devuelta a su compañero de equipo y a cambio quedó hospitalizado durante unos días.

— Sasuke-kun, ¿A dónde vas?— la serpiente pregunto viendo a su nuevo aprendiz ir directamente a la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Sasuke-kun, ¿A dónde vas?— la serpiente pregunto viendo a su nuevo aprendiz ir directamente a la puerta.

Desde que Sasuke llegó a el todas las noches el chico se iba y nunca decía a dónde, aparecía hasta la mañana siguente.

Los días que no salía amanecía con un humor de perros, en parte agradecía que el chico saliera y que no le causará problemas.

Pero aún así preferiría saber en dónde se metía el Uchiha. —No es de tu incumbencia, regresaré mañana por la mañana.—

El pequeño alfa hablo sin siquiera ver al mayor, salió por la puerta y el invocador de serpientes soltó un suspiro. Aveces los alfas jóvenes eran muy groseros...

— Oh, Sasuke-kun ¿A dónde vas a estás horas?— Kabuto pregunto al encontrar al azabache caminando entre los árboles.

—No te interesa.— Hablo con algo de enojo en su voz, hace dos días se enteró que Kabuto trato mal a su rubio amor y ahora detesta el peliazul.

El de lentes solo rodo los ojos mientras le decía que llegara antes de que comience su entrenamiento, dejando al Uchiha solo, él empezó a correr muy rápido.

Ansioso de llegar a su destino. Cuando al fin lo hizo evito a los guardas de las puertas, a los anbus y fue directo al hospital de Konoha.

Estando allí salto de manera sigilosa a una ventana, las cortinas la mantienen cerrada, evitando ver lo que ahí dentro de aquel cuarto.

Sin problemas pudo abrir el cristal y entro haciendo el menor ruido posible al caer, y vio la delgada figura.

El chico le daba la espalda y podía ver cómo la sábana blanca resaltaba su cintura,  sus cabellos rubios tapaban su cuello.

De a poco el se acercó, sentía escalofríos de tan solo ver al chico tan cerca, se sentía tan excitado de ver al menor frente a el tan vulnerable.

Si no tuviera autocontrol ahora mismo estaría besando al Omega tan ferozmente, de verdad le encantaba y demasiado ese chico.

EspionajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora