Solo Mia [𝐉.𝐉𝐊] [𝐊.𝐓𝐇]

3 Desde ahora aquí estaré.

────⋆ TN ⋆────

Y aquí estoy, en la cena a la que dije que no vendría, con un dolor de cabeza horrible. Gracias al maquillaje mi rostro parece fresco, pero en realidad está demacrado por la cruda que tengo. Muchas personas se nos acercaban para hablar con nosotros. Taehyung, como siempre, se mostraba muy amable. A todos les dedicaba una sonrisa encantadora.

Esa que solo veía cuando estábamos en público. Me tenía tomada de la mano, y cada cierto tiempo la besaba cuando alguien decía cosas bonitas sobre nuestro matrimonio. Mientras tanto, él agradecía por tenerme a su lado y soltaba otras mentiras que solo decía frente a cámaras. Me sentía tan mal... juro que jamás volveré a tomar así.

Taehyung se acercó a mi oído para susurrarme:

—¿Podrías quitar esa maldita cara?

—Es la única que tengo— respondí. Lo vi girar los ojos, molesto.

—Sonríe un poco más, pareces obligada a estar aquí.

—Lo estoy, y tú lo sabes perfectamente— respondí sin rodeos.

—Pero no tienes por qué dejar que los demás se den cuenta— dijo en tono serio.

—Ya me estoy cansando de esto— vi que estaba a punto de contestar, pero de repente sonrió y se acercó a besarme.

—¿Interrumpo algo?— preguntó Yeonjun, acercándose a nosotros.

—Señor diputado, ¿cómo está?— Taehyung se levantó con formalidad. Me tomó de la mano para que hiciera lo mismo.

—No seas tan formal conmigo, Taehyung— respondió Yeonjun con una sonrisa.

—Sabes que es por el respeto que te tengo— dijo él, sonriendo también. Yo imité su gesto.

—¿Cómo estás, TN?— preguntó Yeonjun, mirándome.

—Muy bien— me limité a sonreír.

—Me alegra. Quería pedirte algo.

—Dígame— ya sabía perfectamente qué era, pero no estaba de humor.

—Mi esposa quiere oírte cantar. ¿Podrías hacernos el honor?— Estaba a punto de negarme, alegando el fuerte dolor de cabeza, pero Taehyung se adelantó:

—Por supuesto. Será un honor para ella cantarle a tu esposa.

—De acuerdo, te espero en el escenario— dijo Yeonjun, sonriendo.

—Ahí estará— confirmó Taehyung.

—Sabes que tengo dolor de cabeza— me quejé en voz baja.

—Para eso te convertiste en cantante, para complacer a tus fans. Deja el drama y no me hagas quedar mal— me dijo en tono bajo. Yeonjun me hizo una seña para que fuera al pequeño escenario del restaurante exclusivo donde estábamos. Caminé hacia allí, tomé el micrófono.

—Gracias. No tenía pensado cantar algo. ¿Alguna sugerencia?

—¡CANTA LA DE MI VERDAD!— gritó casi eufórico alguien entre el público.

Vi al chico que gritó. Era el que se había quedado con las ganas de robarme la bolsa. A su lado estaba el que durmió conmigo aquella noche. No pude evitar sentirme muy nerviosa por la forma en que me miraba. Sonreí un poco y empecé a cantar. De vez en cuando lo miraba. Me causaba gracia que decía no ser mi fan, pero no dejaba de mover los labios al compás de la canción. Al parecer, se la sabía a la perfección.

Terminé de cantar. Vi que comenzó a sonreír mientras aplaudía. Agradecí a todos y bajé del escenario.

—Eso fue perfecto, te lo agradezco— mencionó Yeonjun.