un día más

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Tan cotidiano y aburrido como el resto. Me alisté y me salté el desayuno, pues no tenía ganas de comer ese día.
Con mi cara amargada esperaba el transporte, junto a un alto y formal señor con el mismo objetivo.
Me saludó con una sonrisa, casi seguro que era fingida, ¿Por qué alguien querría hablar conmigo más que para romper la tensión del momento? Le devuelvo el saludo con un simple movimiento de mano, para así evitar más interacción. Perseverante en su objetivo, el buen señor me pregunta cómo me siento, "parece que no duermes hace días" continuó, simplemente decidí ignorarlo, es obvio que no le interesa mi vida ¿o no?
Tras una corta pero eterna espera, llega el colectivo, sin una palabra le muestro mi credencial escolar, el chofer, acostumbrado a que no le diga una palabra, ya ni protesta ante mi descortecia al no saludarlo, por lo que simplemente hago una cara sería y me voy a cualquier asiento.
Al lado de mi asiento, se hacía presente mi compañera de curso, charlatana y extrovertida como siempre, despreocupada con la vida y con las responsabilidades. Me saluda, a mí no me engaña, ¿Acaso quiere hacerme creer que le importa mi existencia? Le devuelvo el saludo con un simple movimiento de mano, y por suerte, decidió rendirse ante la charla para dejar en el aire un denso y ruidoso silencio.
logré llegar a mi destino, y tan pronto como el móvil paró, procedí a descender. Muchas caras desinteresadas que conozco intervienen en mi travesía a mi aula, camino con mi mirada baja para no cruzar miradas con nadie, hasta que sucedió.
"Buenos días alumno" dirigió hacía mi el profesor de geografía, alegre y carismático como siempre, le devuelvo el saludo con un simple movimiento de mano, ¿or qué se molesta en saludarme? yo sé que solo le interesa que apruebe su materia para no verme de nuevo en su aula.
otro aburrido día de colegio transcurrió, y así como llegué, me tocó volver, y como interrumpieron mi ida, mi paz se ve interrumpida denuevo.
"Hola! ¿Quieres ir conmigo a la plaza antes de volver a tu casa? estarán los demás" se que solo me lo preguntas por cortesía, ¿Por qué alguien querría estar conmigo sin una razón detrás? rechazo su invitación con un movimiento de cabeza, esperando su retirada de escena.
Finalmente he regresa a mi casa, en la cuál mi madre me saluda como puede, pues está muy ocupada haciendo labores y negocios, ¿por qué tomarse el tiempo de interrumpie tus actividades solo para saludarme? le devuelvo el saludo con un simple movimiento de mano.
Terminé encerrado en mi habitación una vez más, y está vez no me sentí triste, pues ya lo había decidido, Tras una confusión en mi mente y muchos pensamientos cruzados, salgo de mi habitación una vez más, con mi único objetivo de abrazar a mi madre, la cual, confundida me lo devuelve, exclamando "¿está todo bien, hijo?" asiento con la cabeza y parto hacia mi habitación una vez más.
el silencio invadió toda la casa, la oscuridad del foco apagado no dejó cavidad a un reconocimiento claro, todo estaba muy alto, y mi respiración se hacía cada vez más difícil de mantener, las lágrimas no tardaron en caer, y la puerta menos en abrirse, difícil es describir su expresión al verme en ese estado, pero más difícil fue intentar mantener alta mi cabeza, que solo bajo la mirada para ver la lejana silla de la cual salté. entre los gritos de desesperación y agonía en mi figura materna, intenté lo que no hice en tanto tiempo, pero todo lo que se quedó a mitad de la lengua, entre mis ganas de dar un adiós, y la locura que terminé haciendo realidad.

Palabras que no lleganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora