Un infante jefe [HanKnow] (PAUSADA)

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Minho, un omega que por fin había decidido que conseguiría un trabajo prestigiado, para eso estuvo muchos años preparándose, esforzándose para poder conseguir aquel puesto que tanto había soñado.
Este día había asistido a una presentación para la más importante empresa de su país, con nervios encima cómo pudo se arregló y ensayó cuantas veces sean necesarias. Espero horas y horas pero al fin pudo presentarse bastante bien para los contrarios.

Y claro, como aquí todo es magia, a Minho lo contrataron, pero no era un puesto bajo, sino que sería el mismísimo secretario del jefe de la empresa.

¿Y quien era el gran jefe? Claro, Han Jisung, un alfa que realmente era importante en la empresa ya que sería pronto el heredero, ya saben, mocoso que nació en cuna de oro y obtenía todo.
En su primer día le sorprendió que él era el único que tenía un horario diferente, los demás entraban a más tardar 10:00 a.m y él 8:00 a.m tal vez porque era un rango más "superior". Al llegar a la oficina de encontraba ahí ya Jisung quien lo miraba de arriba para abajo bastante serio.

- Así que tú eres mi nuevo secretario... mmh. Tienes buena pinta, supongo. — acomodó sus lentes y a Minho solo le quedó asentir incómodo.
- Bien, tendrás bastante ocupado tus semanas, no quiero desorden mucho menos el tiempo tienes que canalizarlo bien, odio a las personas que son impuntuales e irresponsables, de lo contrario si me sales así, obtendrás el desempleo inmediato, ¿entendido? — Sacó un pilar de hojas bastante grande y lo puso sobre el escritorio mirando en su dirección.

- S-sí, señor... — Con dificultad agarró ese gran hojeo y salió de la oficina, no sabía que tenía que hacer y entraba en pánico.

- Aquellos papeles los quiero antes de las 12:00 p.m, tendrás que acomodarlos bien y ordenadamente, no quiero fallas ni faltas. — Con esto el alfa guió su mirada por el cuerpo de Minho bastante curioso.

¿A las 12? ¿No estaba jodiendo? Eran más de 50 hojas las cuales tenía que acomodar, primer día y ya le había caído mal el jefe pero tenía que acostumbrarse, no quería perder el trabajo.
Apresurado estuvo el poco resto de las horas siendo las 11:30 cuando le faltaban menos y así, hasta que por fin lo logro.

Ya faltaba poco para su salida así que decidió descansar mientras pensaba en que cenaría ya que su jefe estaba muy estricto y no lo dejó comer en todo el día, dieron las 8:00 p.m cuando avisaron que podían salir todos menos él.

¿Por qué?

- Lee, quiero que te quedes, necesito que me ayudes. — Estaba frente a él cruzado de brazos mientras que el menor estaba con la vista baja, no le quedó de otra más que asentir, refunfuñando en voz baja.