Capítulo 1

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El plan era sencillo.

Se suponía que el lago que estaba a una hora a pie desde el pueblo estaba maldito o algo así, así que nadie iba para allá, y si nadie iba para allá, debería haber muchos peces.

El plan era perfecto: aprovechar el verano y las vacaciones de la escuela para ahorrarse dinero y comer pescado fresco, no sólo eso: encontró un barco de madera abandonado ahí con un remo, así que sólo tenía que hacer una caña de pescar y una red, aunque, claro... decirlo fue más fácil que hacerlo.

— Horrible...

Fue horrible hacer la caña incluso con las instrucciones que consiguió para hacer una artesanal, pero ¿la red?, eso fue absolutamente horrible, le tomó días hacer una red como quería: grande, para atrapar muchos peces.

‹Todo sea por el pescado›.

Incluso había hecho señuelos con un cepillo viejo y CD, todo estaba listo, pero ¿Qué diablos pasó?

— ¡Ayuda...!

¡¿Cómo diablos un chico quedó atrapado en su red?!

‹ ¡Juraría que no había nadie cuando llegué! ›. Pensó, un tanto aterrada, mientras veía al chico gritar en su red.

Resultó que hizo muy bien la red de pesca, pues, aunque comenzó a tirar la red, el chico no salió: estaba totalmente enredado

‹ ¡Está pesado...! ›. Se quejó para sus adentros, logrando meterlo al barco.

Sólo entonces, cuando Agnes miró al chico enredado en su red, se percató que ese chico... no era humano...

‹ ¿Qué diablos...? ›. Pensó, casi cayéndose de espaldas mientras sostenía el sombrero de ala ancha. ¡¿Una sirena?! ‹ ¡¿Atrapé una sirena?! ›.

— Ayuda...—lloró el chico, tratando de soltarse, sin éxito, de la red de pesca.

‹Diablos...›.

No tenía ni idea de qué hacía una sirena en su red, pero había un hecho: no se lo podía comer y estaba enredado en su red, no sólo eso ¿No que las sirenas comían humanos...?

Tragó duro, tomando su navaja, pensando que tenía que soltar a esa... cosa, porque la idea de que la atacara le daba miedo. ‹Sólo tengo que soltarlo, ¿No...? ›. Pensó, acercándose al pescado.

— Papá...

Y al escuchar ese gimoteó, Agnes levantó la mirada y miró al chico: tenía cabello plateado, piel clara, ojos rosas llorosos y una cola color verde. Definitivamente no se veía intimidante llorando ahí...

— ¿Tienes papá...? —le preguntó con cautela, temiendo que su papá estuviera cerca; mientras cortaba las redes. Estaba muy enredado, había hecho una buena red.

— ¿Por qué no tener papá? —preguntó el ¿tritón?, en la red.

— Bueno, eres un pescado...—dijo, preguntándose si las sirenas eran ovíparas o vivíparas— Los pescados sólo tiran sus huevos y semen en la corriente...

¿Por qué diablos le estaba hablando a algo que podía comérsela...?

‹Debo estar loca›. Pensó mientras cortaba más de la red.

— Papá no hacer eso.

Y lo peor es que el bicho le respondió...

— Entonces, ¿Dan a luz...? —preguntó con cautela, logrando liberar parte de su cola. Todavía no se quería acercar a sus manos, podía agarrarla...

— Sí, huevos.

Esto la confundió más, logrando que viera a los ojos rosa al tritón— O sea... ¿Cómo un pato? —le preguntó, haciéndose una imagen mental confusa. Bueno, los patos viven en el agua, ponen huevos y cuidan a sus crías, ¿No?

— ¿Humanos no?

— No, damos a luz a crías que beben leche...—desvió la mirada, preguntándose cómo explicarle eso a este ser. Parecía estar entretenido con la charla, así que no moriría, ¿No?— Como, ¿Las ballenas? —ejemplificó con lo primero que se le ocurrió relacionado al agua.

Era de un pueblito, no es como si tuviera muchos ejemplos: ni siquiera vivía en la costa como tal, aunque sabía que este lago de alguna forma estaba conectado a un río que desembocaba en el mar.

‹Esto es del diablo›. Pensó ella, sin entender cómo es que había algo aquí. ¿Estaba relacionado al mito del lago...? ‹Qué miedo...›.

— Crías bebés salen huevo —declaró el tritón mientras ella finalmente liberaba su cola y se acercaba a su pecho para quitarle el resto de la red.

— ¿Como los pescados o como los patos? —le preguntó, viendo su pecho. Siempre representaban a las sirenas como que tenían el pecho cubierto con algo mágicamente, pero ella podía verlo todo...

— ¿Cuál es la diferencia?

Este pez no parecía ser muy listo... partiendo con que estaba hablando con ella...

— Los patos ponen huevos de cáscara dura que el polluelo rompe, y los de pescado son blanditos...

— Como los patos —respondió.

— Oh, eres un pescado pato —dijo, cortando la red y así sacándola de su cuerpo... o al menos la mayoría, pues seguía enredado. ‹Qué rara textura›. Pensó, poniendo su mano en su hombro para sacarle una red. Era como piel humana, pero húmeda.

— No ser mamá, no huevos de sirena aún —declaró el chico, mirándola. Estaban bastante cerca.

— ¿..."Mamá"? ¿"Huevos"? ¿Eres omega? —lo miró, más confundida aún. Él parecía un... él.

— Papá dijo que soy hembra —fue la respuesta del pescado.

— ¿Hembra? —elevó una ceja, mirándolo—... Pareces un niño —lo miró de arriba a abajo, terminando de quitar la red—, es más, te ves chiquito, ¿De dónde saldría un huevo?

No podía ver nada como una vagina o un pene...

— ¿Responder yo?

Y Agnes, que ya estaba curiosa, decidió decir lo primero que se le vino a la mente— Responde o te como.

‹ ¡¿Comerme?! ›.

Y sí, estas palabras cumplieron su propósito... de alguna forma, pues él señaló donde estaban sus genitales.

— Ahí —señaló algo que parecía una... ¿línea?, por decirlo de alguna forma.

‹ ¿Esto? ›. Se preguntó, un tanto incrédula mientras veía esa línea, ¿Ahí había algo...?

Y antes de pensar bien qué hacía, las manos de la joven alfa se dirigieron a donde el tritón le dijo.

‹Oh...›. Extendió los ¿labios, supuso? Con sus dedos.

— ¿Qué haces?

— Confirmar si eres niña —fue su respuesta, intentando entender qué veía.

— Papá no miente.

Lamentablemente para los jajas, "Un día pesqué a marido" viola las reglas de edad mínima para contenido explícito en Wattpad, por lo que se ha decidido mudarla por completo a 1nk1tt. Lamentamos las molestias.

Un día pesqué a mi maridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora