Randy Cunningham Ninth Grade Hunter [RC9GN×RWBY]

🔥 Oficial Tráiler 🔥

El sol comenzaba a descender en un horizonte teñido de tonos anaranjados y lilas, proyectando sombras alargadas sobre las lápidas del cementerio. Entre susurros de viento y el canto lejano de un pájaro solitario, una joven avanzaba con paso decidido, su figura destacándose en medio del silencio reverente que impregnaba el lugar.

Vestía un atuendo inusual: una mezcla de vintage y bohemio, con una blusa de encaje y una falda larga que danzaba suavemente a su alrededor. Su cabello, suelto y al viento, brillaba con destellos dorados mientras se acercaba a una tumba adornada con musgo y flores marchitas.

Se detuvo frente a la lápida, un mármol pulido que llevaba grabado el nombre de su querido familiar. Con el corazón latiendo en un compás de nostalgia, se agachó lentamente y colocó un ramo de flores frescas, una ofrenda llena de amor y recuerdos. Cada pétalo, con sus vibrantes colores, parecía captar la luz del ocaso, como si el mismo sol se detuviera a rendir homenaje.

Con una reverencia silenciosa, la chica permaneció en un momento de quietud, recordando las risas compartidas y las historias que había escuchado de aquellos labios que ahora solo existían en su memoria. El viento acarició suavemente su rostro, como si el mismo espíritu de su familiar estuviera presente, envolviéndola en una cálida sensación de paz.

La joven se inclina con reverencia ante la tumba de aquella figura importante, cuyos recuerdos resplandecen en su memoria como destellos de luz en la penumbra. Cada instante compartido, cada risa y cada susurro, se arremolinan a su alrededor, envolviéndola en una bruma de emociones que nunca podrá olvidar. Su corazón palpita con una mezcla de tristeza y gratitud, mientras las palabras no pronunciadas flotan en el aire, ligadas a la esencia de quien ha dejado una huella indeleble en su vida.

"¡Voy a ser una gran cazadora de Grimms! Como tu lo llegaste a ser, mamá.."

La ciudad de Norrisville se encontraba sumida en el caos, asediada por la oscura presencia del Hechicero, cuyo poder maligno se desataba como una tormenta implacable. Susurrando palabras ancestrales, el villano sembraba la semilla de la desesperación, transformando a los ciudadanos en horripilantes criaturas, despojadas de su humanidad. Con ojos inyectados de furia y corazones desbordantes de odio, estos nuevos monstruos tenían un único propósito: eliminar al Ninja, el último bastión de esperanza en un mundo en ruinas. Cada rincón de la ciudad resonaba con gritos y alaridos, mientras la sombra del Hechicero se expandía, cubriendo todo con una neblina de sufrimiento y desolación.