One-Shot

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En una casa ordinaria en Musutafu estaba pasando una simple reunión de familia, los Bakugo, después de que su hija se graduará como heroína profesional pocas veces tenía la oportunidad de visitar a sus padres, y hoy era uno de esos día.

Dentro de la casa habían dos mujeres siendo una la hija y la otra la madre, una de ellas estaba levantando lo que eran unas tazas mientras la otra estaba sentada.

Mitsuki: Que pena que tú padre haya salido por el trabajo. •Dijo mientras levantaba las tazas de café ya vacías•

Sally: Si, el lado bueno es que pude verlo antes de que se fuera. •Dijo mientras levantaba• Bueno le dices al viejo que me fui y le das el regalo de mi parte. •Dijo mientras ya se iba a la puerta•

Mitsuki: No te vas a quedar a la boda. •Le pregunto a su hija que se iba así nada más•

La mujer se quedó quieta, una boda ¿Boda que quien? ¿Quién se está casando? Se volteo para ver a su madre.

Sally: Como que boda, pues quien se está casando •Pregunto con duda cosa que sorprendió a su madre•

Mitsuki: Pues quien más, Izuku es quien se casa, y al parecer ni fuiste invitada •Decía con un poco de decepción• Si te soy sincera yo esperaba que tú fueras la que se casarse con el, pero tampoco fue así.

Izuku, hace tiempo que no escuchaba ese nombre, desde la secundaria que se graduaron, parecía que se había desaparecido, intento buscarlo pero no lo logro, pues tenía un mal historial… lo conocía desde la infancia pues ellos crecieron casi juntos, pues sus madres eran amigas, cuando eran niños ambos se prometieron ser grandes héroes y casarse, aunque con vergüenza ambos aceptaron, después llegó el día de descubrir sus dones, a ella le diagnosticaron explosión mientras que a él Quirkless, ella pensó que si seguía con ese sueño de ser un héroe saldría muy herido.

Así que su plan era hacer que se rindiera de su sueño, quebrar su espíritu para evitar algo grave, pues ambos veían en la tele como varios héroes aún con poderes sufrían accidentes con los villanos e Izuku sin un don, no podía arriesgarse, en ese momento parecía buena idea, lo comenzaba a humillar, discriminar, explotar sus cosas así por muchos años, hasta llegar a la secundaria en dónde las cosas seguían igual o peor, pues ella junto con un grupo de “admiradores” hacían lo mismo de todo los días, humillar y lastimar a Izuku.

Durante mucho tiempo, Sally al descubrir su don fue halagada por muchos cosa que le fue subiendo el ego, era soberbia con todo y creía que merecía ser la mejor de todos, con el pasar de los meses a años, su propósito de “proteger” a Izuku y mantener la promesa se fue olvidando, ahora el burlarse de él y humillarlo se había vuelto un pasatiempo, le quitaba su dinero a pesar de tener el suyo, durante todo ese tiempo a pesar de que ella era cruel con el, Izuku seguía con ella, creía que podía cambiar.

Y un día decidió confesar sus sentimientos hacia ella, la había citado cerca del campo para hablar con ella, pero ninguno de los dos noto a otra chica que los estaba siguiendo, esa chica decidió llamar a un grupo de jóvenes para ver cómo resultaba eso, Izuku se confesó a Sally entregando una carta con sus sentimientos escritos en el, pero ella solo la tiro y le dijo que ni en sus peores pesadillas soñaría con el, eso provocó que se pusiera triste y casi llorara, dentro de Sally a pesar de haberlo rechazado, cuando le entrego su carta había sentido mariposas en su estómago, pues en ese instante recordó la promesa que habían hecho pero no era momento de ser novios, ella tenía que ser cruel y rechazarlo, tomo la carta para tirarla y después pisarla, pero lo que no espero es que una chica y un grupo de jóvenes salieran de los arbustos y se comenzarán a reír y burlar de Izuku, lo tomaron de los brazos para golpear su estómago.

A pesar de que Sally quería ayudarlo, no podía delatar su preocupación, así que solo se dio la vuelta y se fue a pesar de aún escuchar los golpes y súplicas de Izuku, después de ese día el chico pelo verde se veía más deprimido, con menos ánimos que antes, a Sally no le gustaba verlo así, pero tenía que mantener lo que estaba haciendo para que no perdiera su progreso, y era como las cosas volvieran a ser como antes, parecía que se le estaba olvidando su propósito y se estaba dejando llevar, pues un día habían terminado las clases y el estaba guardando sus cosas cuando ella y su grupo de admiradores se acercaron a el.

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