"Final Love Song" (Chaesoo - Jenlisa)

Capítulo 1 "Dos años sin Unnie."

El palacio parecía envuelto en un silencio solemne mientras Rosé caminaba por los pasillos, su mirada perdida en la fotografía de Jisoo que sostenía con ternura en sus manos temblorosas. Los dos años transcurridos desde la trágica muerte de la Reina Jisoo habían sido como un torbellino de dolor y angustia para Rosé, cuyo corazón aún latía con la herida abierta de la pérdida.

Cada paso que daba resonaba en los vastos pasillos del palacio, donde los recuerdos de Jisoo yaceban como sombras en cada esquina. Las risas compartidas, los momentos de ternura y complicidad, ahora parecían distantes y borrosos, como si pertenecieran a otro tiempo, a otra vida.

Rosé se detuvo frente a una ventana que daba al jardín del palacio, observando el paisaje tranquilo con una mezcla de melancolía y resignación. El sol se filtraba entre las hojas de los árboles, pintando el suelo de un resplandor dorado que contrastaba con el peso de su corazón.

Suspiró profundamente, sintiendo el peso del luto que la envolvía como un manto oscuro. La ausencia de Jisoo se hacía sentir en cada rincón del palacio, en cada susurro del viento y en cada latido de su propio corazón.

Con paso cansado, Rosé continuó su camino por los pasillos del palacio, llevando consigo el recuerdo eterno de su amada esposa. Aunque el dolor seguía siendo palpable, también llevaba consigo la promesa de mantener viva la memoria de Jisoo en su corazón, honrando su amor y su legado cada día que pasaba.

Jennie se acercó a Rosé con paso suave, respetando el silencio que envolvía el palacio como un manto. Su rostro reflejaba una mezcla de tristeza y preocupación mientras observaba a su cuñada, ahora convertida en la nueva Reina.

"Rosé", comenzó Jennie con voz suave, buscando las palabras adecuadas para abordar el delicado tema. "Sé que estos últimos dos años han sido increíblemente difíciles para ti. Perder a Jisoo... ha sido un golpe devastador para todos nosotros."

Rosé asintió con pesar, agradeciendo el gesto de compasión de Jennie. "Ha sido... abrumador", admitió, su voz apenas un susurro cargado de emoción. "Aún me cuesta creer que se haya ido. Su ausencia es como un vacío que nunca se llenará."

Jennie colocó una mano reconfortante sobre el hombro de Rosé, ofreciendo su apoyo silencioso. "Lo sé, querida. Jisoo era... era excepcional en todos los sentidos. Su luz brillaba en cada rincón de este palacio."

Rosé asintió, una lágrima solitaria resbalando por su mejilla. "Extraño su presencia, su risa, su amor... todo."

Jennie la abrazó con ternura, compartiendo su dolor en silencio. "Pero sabes que estamos aquí para ti, ¿verdad? Tanto yo como el pueblo. Si necesitas algo, cualquier cosa, no dudes en pedirla."

Rosé asintió, sintiendo el calor reconfortante del abrazo de Jennie. "Gracias, Jennie. Significa mucho para mí tener tu apoyo."

Jennie le sonrió con tristeza, sus ojos reflejando el profundo lazo que las unía como familia. "Siempre estaremos aquí para ti, Rosé. Juntas superaremos esto, paso a paso."

Con el consuelo de su cuñada y el amor de su pueblo, Rosé encontró un destello de esperanza en medio de la oscuridad de su duelo. Sabía que el camino hacia la sanación sería largo y difícil, pero con el apoyo de aquellos que la rodeaban, estaba determinada a honrar el legado de Jisoo y a encontrar la paz en su memoria.

En el tiempo que Jennie y Rosé compartían su conversación, una pequeña figura se acercó tímidamente a Rosé, extendiendo sus brazos con una expresión de anhelo en su rostro. Rosé se giró lentamente hacia la niña, sus ojos llenos de sorpresa y ternura al reconocerla como Eda, la hija pequeña que compartía con Jisoo.

"Eda, cariño..." murmuró Rosé, sintiendo un nudo en la garganta al ver el parecido de la niña con su amada esposa. Sin dudarlo, se agachó para recibir el abrazo de la pequeña, envolviéndola con ternura en sus brazos.