━━━━ 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘

𝟱 - ❝𝗖𝗢𝗖𝗜𝗡𝗔𝗦❞

TE HABÍAS DESPERTADO POCO DESPUÉS, CON EL ESTÓMAGO CON HAMBRE.

Frunces el ceño de dolor, te sostienes el estómago y suspiras.

Kaburamaru, sintiendo tu despertar, se desliza desde su pequeña cama alrededor de tu cuello.

Pasas el dedo por su cabeza ── Vamos a buscar estas cocinas.

Kaburamaru sisea y lentamente sales de tu dormitorio y de la sala común, con tus pasos silenciosos.

Entras en el pasillo silencioso, abrazas tu pijama más cerca de ti y caminas por los pasillos, buscando cualquier cosa que pueda ser una cocina o que conduzca a una.

Después de unos minutos de deambular y buscar, todavía no encontrabas nada.  Kaburamaru se desliza de tu cuello, deslizándose sobre pinturas y retratos a tu lado.

No hubo nada por un tiempo hasta que ambos llegan a un cuadro de peras. No esperabas que fuera nada, como los demás, pero una vez que te adelantaste un poco, pudiste escuchar cómo se abría lentamente con un crujido.

Tu cabeza se vuelve hacia atrás, Kaburamaru estaba sentado en la pequeña repisa encima, con la parte inferior de su cuerpo colgando sobre el borde.

Te acercas, tomas a Kaburamaru en tus manos y le acaricias la cabeza, ── Buen chico. ── Murmuras.

Miras dentro de la habitación oscura, entras con cautela y el cuadro se cierra detrás de ti.

Una vez que el cuadro se cerró, las luces se encendieron y parpadeaste en estado de shock.

De hecho, estabas en una cocina bastante grande, aunque también en esta cocina había muchísimas criaturas pequeñas con orejas grandes y trapos para vestirse.

Tus ojos se abren ligeramente, aunque ninguna de las criaturas pareció notarte, todas demasiado ocupadas cocinando y preparando comida.

Aunque uno de ellos lo hizo, chillando alegremente y saltando hacia ti.

── ¡Oh! ¡Hola! ¡Soy Dolly y puedo conseguirte cualquier comida que quieras! ¿Cómo te llamas, señorita?

Parpadeas en shock, ── uh... _______  Iguro. ── Le dices a la criatura con cautela.

── ¡Hermoso nombre! ¿y qué le gustaría comer señorita iguro?

Sudas, ── Cualquier cosa.

La criatura sonríe, salta a uno de los muchos refrigeradores y saca un asado precocido, tu estómago gruñe de hambre y la criatura se ríe.

── ¡Coma señorita Iguro! ── Simplemente asientes lentamente y te sientas.

Miras a tu alrededor con cautela antes de quitarte lentamente la máscara blanca, revelando una gran cicatriz que se extiende de oreja a oreja.

Empiezas a comer tu comida, mirando a tu alrededor con frecuencia para asegurarte de que nadie venga y te vea sin la máscara puesta.

Una vez que terminaste, las criaturas rápidamente limpiaron tu comida y Dolly te acompañó.

── ¡Adiós señorita Iguro! ¡Vuelva cuando quiera!

Ella se ríe alegremente y tú asientes lentamente, sin despedirte y saliendo del cuadro.

Sacudes la cabeza confundida mientras regresas al pasillo, un poco confundida por eso, pero sabías que vendrías aquí con bastante frecuencia.