𝙇𝙖 𝘿𝙖𝙣𝙯𝙖 𝘿𝙚 𝙇𝙤𝙨 𝙋𝙚𝙧𝙨𝙚𝙜𝙪𝙞𝙙𝙤𝙨 / E̴r̴e̴M̴i̴k̴a̴

I - Capítulo 13

Quiero decir que me siento orgulloso de poder escribir este capítulo entero mientras ataques de ansiedad muy severos me azotaban, y encima todo de corrido, así que procedo a auto chuparme la p

Pero bueno, deséenme suerte porfa porque esta porquería es demasiado densa y no me deja pensar con claridad. En fin, disfruten del capítulo ^^

...

  Esa misma mañana, un dúo de chicas se encontraban en una autopista, una de ellas conducía mientras la otra estaba relajada, se encontraban a más de 40 kilómetros lejos de Liverpool y las vistas eran especialmente bonitas. Prácticamente no estaban en Inglaterra, si no en Gales.

  La vista era bonita especialmente porque a la izquierda se puede ver las colinas y los árboles, entre robles, sauces, pastizales y algunos cuantos árboles alpinos por ahí. Mientras que girando a la derecha se puede ver el mar, y mirando al fondo, una especie de isla enorme que sobresale en el mar, que en realidad es la Bahía de Llandudno.

  Las chicas en el coche eran una rubia de ojos azules de pequeña estatura, con un rostro perfectamente simétrico, labios carnosos y mirada profunda; además de estar vestida con un pantalón de gimnasia negro y una blusa blanca, se pueden notar las tiras del sujetador rojo haciendo juego con las tiras de la blusa; un outfit cómodo, pues manejaba hacia el parque nacional de Snowdonia, quería aprovechar su tiempo libre alejándose de la ciudad con su mejor amiga, y amante...

  La otra chica se podría considerar lo contrario a la rubia conductora, quien es nada más ni nada menos que el máximo exponente de belleza en el mundo. Su compañera a diferencia es morena, alta, tiene pecas, es delgada, no usa maquillaje, ojos pequeños, cara larga. Viste con el mismo estilo que la otra chica, una camiseta que le queda grande y unos pantalones de algodón holgados; cualquiera diría, un auténtico anti-estereotipo.

  Sus nombres son Historia Reiss, e Ymir Lindberg.

  De la nada la más alta se acercó a la que conducía el coche moviendo su torso hacia un lado, puso sus manos en los hombros de la otra y preparó los dedos para hacer un masaje, el movimiento fue repentino para la Reiss, pero el susto no fue lo suficientemente grande como para que sea peligroso. No sabía qué es más importante, no perder la vida, o no estropear el Audi A12 del 2030 de su familia.

  La rubia suspiró, no dijo nada, tan solo siguió conduciendo mientras la sueca continuaba con el masaje dejando escapar una sonrisa.

  ¿Qué te pasa Historia? - La pregunta confundió ligeramente a la nombrada.

  ¿Qué me pasa de qué? - Por esa respuesta, Ymir suspiró.

  ¿Sabes? No es muy común que me pidas ir a un parque en otro puto país a cuarenta kilómetros de nada, y encima sea la única persona que quieras dejar venir, pidiendo que no te manden a un chofer contigo. - Historia suspiró con molestia.

  Hay muchas cosas en este mundo que no son normales, Ymir... - Tras la respuesta, la castaña se quedó callada por un rato.

  Ya, hay cosas que no son normales y no son para tanto. Otra totalmente distinta es literalmente escaparte de casa. - Historia suspiró, estaba molesta, pero entendía lo que su amiga-amante le quería decir.

  Pues básicamente. Mis padres me han puesto en una relación armada por temas de negocios; con un chico de la familia Arlert. - Tras la noticia, Ymir arqueó una ceja.

  ¿Un Arlert? Ellos no son magnates ni tradeadores de alto calibre, ¿por qué te pondrían con uno de ellos? - Preguntó la chica, Historia no modificó absolutamente nada en su expresión facial y tardó unos cuatro segundos en responder.