El Sol Negro "El misterio del duque Black"

Kassia

-Te he dicho mil veces! Daiana ! Que no salgas de noche!, que van decir los demás?!- Gritaba Olga, la hermana mayor de la familia Weber una doncella robusta con marcado ceño fruncido , un moño apretado y fleco lleno de rizos cafés, llevando una canasta de ropa sucia grisácea- 

-Como te atreves a decirme eso?!, yo puedo hacer lo que quiera! ¡Tengo edad para que pidan mi mano!- gritaba la pequeña castaña con moños rojos en la cabeza- 

-si pedir tu mano es que abrir la piernas no se que pasa por la cabeza !, voy a decirle a padre!- gritaba la mayor mientras bajaba las escaleras rápidamente- 

-¡Haz lo que quieras! Tengo 15 años!, solo fui a un baile!, no quiero ser una solterona como tu o Kassia!- provocaba , Olga rezaba tener la suficiente pacienci  para soportar a la adolecente, y maldecia que no fuese tan tranquila como lo fue su otra hermana -

Kassia, escuchaba el escándalo desde la cocina donde había terminado de limpiar escuchado sobre su soltería ,ella y Olga  aún seguían solteras y se comentaba hace tiempo en el pueblo sus edades por el pueblo, 27 y 24 años. Mujeres fracasadas y solteronas en una familia noble insignificantes y tan pobres para llamar la atención de alguien. Lo cual ers  bastante deprimente para la segunda hermana, dado que uno de sus mas grandes sueños era no ser una decepción para su difunta madre.

-¡dejen de gritar!- cayó el señor Weber en un grito seco acompañado con el golpe de la puerta principal-siempre gritos en esta casa, si su madre escuchara esto! -mencionaba el viudo en un ademán exagerado y cambiando su humor repentinamente ante una noticia que acababa de llegar-vengan todas a la sala -comentaba contento dirigiéndose a la sala con una carta entre sus manos agitando alegremente- 

Kassia había visto un sello rojo brillante roto en el sobre, una carta del Rey?, no, su sello es púrpura, este sello nunca lo había visto pensaba mientras secaba sus manos con un paño hacia la sala y sentándose en uno de los sillones viejos de la sala polvorienta,intrigada por el buen humor de su padre- 

-vengan! vengan! esto es muy bueno!- 

- qué sucede?, si es algo que hizo daiana ,no me haga responsable padre-marcaba Olga mientras se acomodaba en el sillón seguida de la menor de la hermanas- 

-yo tampoco me haré responsable de lo que haya hecho mi hermana mayor padre, recuerda que ahora soy  una mujer no una niña, no haría esas cosas tan infantiles que sospecha infundadamente mi hermana- mencionaba la pequeña de la casa con aires de superioridad y una risita al final,multiplicando la ira de la mayor-

-su madre desde el cielo seguro estaría  llorando de la alegria mis ángeles- decía el hombre mientras una lágrima se deslizaba por una de sus arrugas, mirando al techo, con la carta colgando en sus manos casi arrastrando el piso-

Las tres hijas se miraban mutuamente confundidas,hasta que olga preguntó… 

-que noticias llegaron padre?, un baile?, una boda de algún noble?, un negocio salió bien? -

-¡mucho mejor! Piensa más grande pequeña!- 

-ah no ,ahora si me estas asustando-suspiro Olga cansada de los acertijos de sus padre-  ¿estás seguro que es una carta para nosotros ? ¿No será del vecino?, aquí las buenas noticias nunca llegan - 

-imposible!, ¡es para mi!, para pedir mi bendición!- 

-bendición?-

-Claro!, la bendición para tener la mano de una de ustedes….- dijo el mayor sonriendo,sus ojos recorrían el el rostro de sus hijas hasta que se detuvieron en la más callada de las tres- quien diria que seria tu la primera..- dijo muy sensible el padre observando a su pequeña Kassia ,cuyos ojos dejaron de pestañear ante la noticia, pero su cabeza explotaba de preguntas ante aquel extraño de sello rojo que envió esa repentina y directa petición matrimonial - 

D.A 

D. M.black.

“ Por favor escriba una respuesta cuando usted guste señor Weber, en cualquier caso, le agradezco su tiempo en leer mi petición ” 

Atentamente, el duque de Apfel 

Dante Morgan Black 

“Pd. Disculpe mi mala educación al no estar en persona para hacer la proposición formalmente , le agradezco su comprensión. “

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