1 de febrero

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Si me ves rara y no quiero hablar, por favor no te vayas porque quiero que te quedes, lo qué pasa es que tengo una lucha interna con mi cabeza y eso me mata.

Supongo que el amor en estos tiempos pasó al olvido, porque la mayoría sólo piensan en sexo y en estar con alguien más, me siento mal por las veces que pensé en tomar una decisión solo por impulso, en irme y salir huyendo con alguien que quizás pueda ayudarme pero me sentía mal porque no podía corresponderle y sentía que estaba vendiéndome solo por salir de donde estoy.

No sé si irme o quedarme, pero en cada decisión algo vive y algo muere.

Siempre quise que el amor que sentía por Ayler, quise que él también sintiera lo mismo, unos de mis miedos siempre fue ser la persona con la cual el chico que me guste pues sólo me dé sobras, ahora mismo hablar de los sentimientos me aterra y no solo a mi, a las personas les aterra.

Siempre quise cuidar esa parte de mi, la de ser una niña sensible que sólo da amor sin esperar nada a cambio, porque así le nace y porque ella desea que en el fondo esa persona le muestre afecto, siempre traté de cuidarla porque en el siglo 21; una persona que todavía muestra sus sentimientos no es valorada y la hacen pedazos y eso fue lo que me pasó a mi.

Me crucé con alguien que tenía que madurar porque no sabía lo que quería en su vida y mi deber fue alejarme para no confundirme más, pero cada vez que lo veía a mi se me olvidaba hasta el nombre.

Nunca nadie me había marcado tanto.

Nunca había sufrido tanto, no quiero ser la persona que acepte siempre a alguien que se fue mil veces y que vuelve porque sabe que yo podría aceptarlo y no, si eso pasa sería porque él de verdad esté arrepentido, que demuestre con hechos y no con palabras, porque lo más difícil es recuperar la confianza.

Nunca me había sentido tan sola, había perdido todo, tuve que ocultarle tantas cosas a mi madre que vivía en otro país, no sabe cuantas veces necesité a alguien que me diera un abrazo, las veces que lloré por amor y por las desgracias que me estaban pasando y encima no tener ni un solo peso.

Sólo dejaba todo en manos de Dios, porque confío en que al final algo bueno él me tendrá y que esté dolor no sería permanente.

Same butterfly in different spots with you 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora