La calma aparentemente había vuelto a la ciudad Kuoh, la paz reinaba ya que Sasha y Hades habían acordado u, tratado de paz con sus respectivas facciones, junto a la facción demoníaca gracias a Serafall y al mismisimo Azazel quien como de costumbre no dejaba de ver a la kitsine mayor.
Eso era en resumidas cuentas para el hijo del dios del Inframundo y la antigua reencarnación de Athena, pero en dónde hay luz siempre habrá oscuridad.
Inframundo / Territorio Phenex
Muy alejado de la mansión principal de la casa Phenex se encontraba uno de los hijos de los patriarcas de la familia, Raiser Phenex quien se encontraba con una mujer demasiado hermosa y sexy para el rubio, ya que en el rostro del hombre se notaba lujuria, la mujer por su parte sonreía coquetamente ya que era evidente del como la miraba, del como se la comía con la mirada.
Con que eres la diosa del amor - el rubio dice con una sonrisa.
Y de la seduccion querido, la gran Afrodita - la mujer dice coquetamente.
Y ya veo del porque, si aquella santia tuya era así de hermosa, me lo imaginaba de su diosa - Raiser dice mientras recorría en un circulo a la mujer.
Afrodita, una hermosa mujer rubia, de un despampanante cuerpo y sobre todo de un gran cosmos, una diosa en todos los sentidos.
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La mujer pondría una mirada sería y, sentándose en una roca dejando a la vista mas de lo que devia, ya que llevaba una minifalda corta hablaría.
Muy bien Raiser Phenex, se que deseas está posima no se los motivos y no es algo que me incumba, pero debes estar dispuesto a correr el riesgo de usarla - la rubia dice seriamente.
No importa, después de todo si es para esas mocosas lo asumiré - el rubio dice con seriedad.
La mujer solo sentiría acto seguido de un circulo mágico aparecería un frasco de un color violeta.
Todo tuyo, puedes hacer lo que desees con esto, solo esparce la fragancia tal y como si fuese un perfume - Afrodita dice entregándole el frasco.
Por su parte el rubio una vez que tenía dicho objeto entre sus manos, acataría lo dicho por la rubia, este la tocaría con la fragancia, la diosa se quedaría inmóvil, cosa que aprovecharía Raiser para manosear los atributos de la rubia.
Una radiante sonrisa se hallaba plasmada en su rostro, Raiser se disponía en desvestir a la mujer, el rubio ya saboreaba la victoria, pero en el último segundo sería detenido por las carcajadas de la mujer.
Jajaja eres un iluso, por favor crees que soy cualquier mujer mortal, temo decir que no funcionara en mi y mucho menos en mis sanitas - la diosa dice apartando al rubio quien se notaba molesto.
Afrodita se daría media vuelta, empezando a caminar en dirección contraria del rubio se voltearía levemente.
Idiota, presumido, creíste que con esto podrías tener a una diosa, que iluso, por tu bien, te sugiero que solo la uses en mujeres mortales - esas serían las frías palabras de la mujer quien desaparecería.
