¡EXTRA!

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VALENTÍN caminaba las mismas 3 cuadras de siempre hasta la parada de colectivo. Eran 5:35, no tenía ningún apuro ya que era jueves y Agustín no saldría de joda como para esperarlo.

Al llegar a la parada estaba vacía, como suponía. Se sentó y solo se puso a boludear con el celular en busca de entretenerse hasta que pase el bondi.

En una escucho un motor de una moto cerca, se metió el celular al bolsillo y fingió estar haciendo cualquier cosa, intentando no demostrar lo cagado en las patas que estaba.

En un momento el ruido de la moto se acercó tanto que la escuchaba frente suyo, el tenía los ojos cerrados. Esperando sentir algún golpe, tironeadas para sacarle el celular o algo. Pero solamente escucho una voz que reconocería a kilómetros.

— Te me adelantaste colo

Valentín sonrió al ver a Agustín en su moto negra, con el casco puesto y bastante abrigado, tenía un pantalón negro pegado y una campera del mismo color al cuerpo. A esas horas hacía frío y mucho más si andas en moto.

— Y eso que camine tranqui, pensé que no iba a estar acá. Es jueves y dudo que salgas un jueves, no?

Agustín se quedó mirándolo, pensando en si responder o quedarse callado. Si le contestaba podía llegar a pensar que era un trastornado o algo así, pero poco le importo.

— Vine a verte, nada más

El colo sintió sus mejillas calientes, probablemente ya estaba de color rosa tirando a rojo. ¿Solamente fue hasta ahí a altas horas de la noche para verlo?

El menor miro hacia los costados y no había rastro de su colectivo, pensó dos o hasta tres veces antes de contestar. En ese tiempo Agus se comió la cabeza, creyendo que caer así un jueves era mucho y que ahora pensaba que estaba loquito.

— Me podrías dar una vueltita eh

Soltó el colorado con algo de vergüenza, tal vez abría sobrepasado un límite. Pero poco le importaba, solo quería subir a aquella moto y aferrarse al torso de Giay.

— Y dale, vamos que te doy una vueltita y te llevo a tu casa si querés

Giay palmeó el espacio libre atrás suyo, algo dudoso el bostero guardo su celular en el bolsillo, pero antes de pasar un pibe para subirse en al moto sintió un tirón del brazo.
Agustín se estaba sacando el casco para dárselo.

— No, no, usalo vos

Valentín alejo el casco, pero el de pelo ondulado estaba bastante molesto con la idea de que tenía que usar el casco para guardar su seguridad. Barco termino aceptando y se puso el casco, cabe destacar que se sentía muy bien la fragancia de Giay, el de piel pálida estaba en un sueño o fantasía.

(...)

Luego de la vuelta, tuvieron un pequeño accidente, dónde Valen termino en el suelo con la rodilla raspada, Agus tenía un raspón en su mejilla y brazo.

Ahora se encontraba los dos sentados frente a un kiosco, con dos latas de coca cola fría que aliviaban un poco los dolores.

Los dos se miraron y probablemente pensaron que estaban en una situación parecida que hace unas semanas, nada más que está vez el herido no era solamente el colorado.

— Perdón por el accidente, te debo una

Hablo Agustín avergonzado, nunca le había pasado eso de resbalar con la moto. Tal vez era por el fuerte agarre de Valentín en su torso que lo ponía nervioso, o que una de dos pálidas manos iba bajando hacia su pantalón poniéndolo nervioso. Capaz no fue a propósito, pero esas cosas hicieron que terminen en el piso.

— Si me debes una, y yo ya se muy bien lo que quiero

El de rulos lo miro con una ceja alzada. ¿Qué podría llegar a pedirle el pequeño colorado?

— Tenemos que ir de joda los dos, juntos

Agus soltó una risa nasal. ¿Eso solo le pediría? ¿No quería nada más?

— Bueno, la próxima te llevo conmigo. Me haces de butakero

Los dos rieron instantáneamente. Y así pasaron la madrugada, hasta que se hicieron las 8 y pico. Agustín se encargó de llevar al colo hasta su casa, está vez sin accidentes.

Apenas se estacionó en la puerta de la casa que le había indicado el de ojos pardos. Se bajó de la moto y le devolvió el casco.

Justo antes de irse, Valentín aprovecho la cercania y estampó sus labios en un corto beso. Los dos se separaron sonriendo y sintiendo un revoltijo raro en el estómago.

— Chau ojitos verdes, gracias por traerme

Giay sonrió por el apodo y sintió su cara ponerse caliente recordando el choque de labios que habían tenido hace unos segundos.

— De nada colorado chuky

Valentín ya se encontraba abriendo la puerta de su casa. Al escucharlo se giro de mala gana y elevó su mano sacándole el dedo del medio. El morocho solto una leve risa.

Luego de esperar a que barco entre sano y salvo a su casa. Giay arranco camino a la propia. Donde no pudo dormir por pensar en el colorado lleno de pecas.








Me vi obligada a subir un extra, aparte mi novio me cago a puteadas porque me dijo que lo deje manija, y yo como buena cumplidora de caprichos acá estoy 🥰

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⏰ Última actualización: Jan 29 ⏰

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𝗕𝗢𝗡𝗗𝗜! (𝖦𝗂𝖺𝗅𝖾𝗇)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora