Un joven de 19 años, con cabellos rizados, ojos oscuros, flaco, de altura ni muy baja ni muy alta, se nombra Román. Todas las mañanas, puntualmente a las 7 a.m, se despierta lleno de energía. Después de una refrescante ducha, se cepilla los dientes con determinación y elige cuidadosamente su atuendo para el día.
Con un desayuno equilibrado, Román se prepara mentalmente para la jornada. Trabaja repartiendo paquetes. Estaba estudiando arquitectura, pero no le fue muy bien que digamos, y lo abandonó.
En una mañana invernal, Román se abriga con su campera de color café, antes de tomar las llaves de su moto para dirigirse al trabajo como repartidor de paquetes. Al llegar, se encuentra con su compañero Germán, encargado de empacar las cajas. Un chico agradable, de buen humor.
Estos ya se tenían una gran confianza a pesar de haberse conocido hace poco, debido a que Román habia empezado hace una sola semana, se saludan y hablan del tremendo frío del afuera, que deseaban que sea verano.
⚊ el frío que hace boludo, quiero que haga más calorcito ⚊ reprocha Germán.
⚊ si, pero no tanto, no me gusta sudar hasta el culo ⚊ se quejó el de rulos
Entre risas, Germán le menciona de una chica nueva en su mismo puesto de trabajo, le comenta que le parecio muy linda, estaba sonrojado.
⚊ es bajita, su pelo es lacio, media morochita, tiene unas pestañas, DIOS, sus pestañas son lo más lindo que veo hace mucho tiempo, sus... ⚊ seguía describiendo a aquella muchacha, embobado.
Román rie ante el acto del castaño, sabia que el estaba soltero y buscaba alguien para acompañarlo, parecía que habia tenido un día de mucha suerte.
Un mensaje en el celular del morocho sonó, tendria que repartir unas cajas en distintas zonas, tomando valor para salir al exterior, se pone su campera con peluche para estos climas, se coloca su casco, sube a su moto y se marcha a la primera dirección marcada.
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Por fin.
Eran las 9 y media, aproximadamente, faltaba poco para terminar su labor, la ante última caja fue pedida por una ancianita, era una estufa. Después de entregar esta y que la señora, muy amable, le haya ofrecido un café, estaba como nuevo.
Saludo a la dulce anciana y se marchó. Fijándose en su celular, la ultima entrega, estaba algo lejos, pero ya deseaba poder terminar y volver a casa, a relajarse y descansar.
"piso cuatro, 414"
Iba subiendo tranquilo por el ascensor, mientras sonaba una peculiar melodia, largo un suspiro. Una campanita sonó cuando indico que había llegado a su destino, mirando los números de la puerta.
Estas eran elegantes, oscuras con diseños en plateado, ya que era un edificio bastante moderno. Al fin habia llegado, tomo una bocanada de aire y se animo a tocar la puerta.
Espero unos minutos, parecia que no habia nadie, o quizás estaria durmiendo, pero prefirió tocar una vez más por las dudas, podria estar ocupado haciendo algo pero tampoco queria parecer tan intenso.
Abrió sus ojos como platos, deslumbrado, no podia creer lo que veia.
Pov Román:
Allí me encontraba, sin poder moverme, estaba paralizado, sentia como mi corazón estaba a mil y se me dificultaba respirar. Un chico más alto, rubio, en cuero, lo único que tenia puesto eran unos pantalones pijama y unas medias, tenia el abdomen marcado, seguro iba al gym todos los días, y sus ojos color verde, parecidos a una bella esmeralda, era perfecto.
El chico lo miro desconcertado.
⚊ eh, hola? ⚊
Juraba que podía venirse con solo escuchar su ronca voz. Le daban escalofríos.
⚊ eh, Ahh? ⚊
Tartamudeaba como un pelotudo, no me salían las palabras, que alguien me ayude.
⚊ AH, EH, SI, EH PERDÓN ⚊
Este río, fue la sonrisa más linda que vi en mi vida entera, sin mentir.
⚊ no pasa nada, que querías? ⚊
Levanto sus brazos y los cruzó en su pecho, marcando los más aún, y en sus manos las venas abundaban.
⚊ ahorcame ⚊
QUE, QUE DIJE?
⚊ eh? ⚊
⚊ PERDÓNAME, EHH, TU PAQUETE ⚊
El chico solo reía, era tan lindo, y yo la seguía cagando.
⚊ PERO NO TU PAQUETE, ESTE, EH, LA CAJA! ⚊
Sentía la sangre en mis cachetes, seguro estaba hecho un tómate.
⚊ Samuel...? ⚊ le dije
⚊ si, Samuel Armando Torres⚊ respondió
Acerque la caja, me quería ir a la mierda, ya no sabía donde meterme de la vergüenza. Terminó de firmar y me miro fijo.
⚊ y vos lindo? ⚊ hizo una sonrisa coqueta, que ponía a cualquiera a sus pies, incluyendome.
⚊ ehh, Román Ferreiro... ⚊
Lo salude y me di la vuelta lo más rápido que pude, aunque si podía, quisiera volver a verlo.
