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Me preguntaba cuantas palabras rotas mas podría soportar en esta vida de mierda que vivia. Miraba a las personas de mi alrededor y lo tenían todo, amigos y una familia que le brindaba amor, sabían lo que querían y lo conseguían, me preguntaba ¿por qué no pude tenerlo también?

Me jodia la cabeza pensar de esa manera pero era algo que no podía evitar hacer y mientras miraba en el pasado en aquellas fotografías rotas de papel mis ojos se cristalizaron y se rompieron en pequeños pedazos de lágrimas dejándome hundido en aquella pequeña bañera. En ese momento de sufrimiento recordé el peor día de mi vida; yo estaba en mi habitación escuchando música y leyendo un manga hasta que escuché que mamá dijo que bajara para cenar y que le dijera a Donna lo mismo. Salí de mi habitación y me dirigí a la habitación de mi querida hermana, primero le dije que ya era hora de cenar y como no recibía respuesta y no abría la puerta decidí tocar pero el silencio que llenaba la casa era tan increíble que empecé a preocuparme, fue en ese momento que abrí la puerta y vi la sangre que salía y había debajo de Donna. Estaba totalmente muerta.

Esa herida abierta dolía como si le aplicaran fuego adentro, me quemaba y me dejaba completamente débil como si estuvieran sacando mi alma de mi cuerpo. No podía respirar y sentía que mi corazón quería salir de mi pecho como si fuera la primera vez que ves al amor de tu vida, mis piernas temblaban demasiado haciéndome pensar que se romperían.

Dentro del agua que llenaba la bañera veía al techo del baño, sentía mi corazón roto a través de mis huesos y mi piel, no se sentía tan mal como lo imaginé, se sentía como si tuviera un vacío dentro de mi piel, un vacío que no puedes llenar con nada, un vacío que no puedes llenar ni con amor. Mi corazón estaba roto y vacío, la sangre que había dentro de él se repartió por todo mi cuerpo pero eso solo me hacía sentir más frágil que una copa de cristal barata.

Mis sentimientos aún estaban presentes haciéndome sentir más triste y más miserable que de costumbre, pensaba demasiado y eso me jodia la cabeza todo el tiempo, sentía demasiado y eso me hacía ser mas sensible que todos los demas, me sentía como una hoja de papel tan frágil y tan fácil de cortar, haz una manualidad conmigo y eso te entretiene, escribe en mi, utilízame y luego déjame ir, rómpeme en pedazos y luego échame en la basura, ese es el lugar en el que debo estar y así al menos no lo pensare demasiado, tal vez estando justo ahí es donde dejaré de sentirme tan misarable. Ese día pense que por fin toda la mierda que sentía al fin desaparecería pero no fue así, Donna estaba allí, me saco de la bañera evitando que muriera, evitando que yo pudiera ser feliz.

BROKEN TEARS  ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora