~Obsesión por tus tetas ~

I

El día comienza y el rubio lo sabía ya que la alarma lo despertó a las 5 de la mañana no podía odiar más que despertase temprano pero esque  su trabajo lo necesitaba, debía pararse temprano si no quería que su jefe lo castigara o despidiera, vamos mucho le costó estar en su puesto para que su flojera lo detuviera ,

salió de su habitación y fue al comedor donde se encontraba con su amigo y hermano de otra sangre sirviendo le el desayuno

- hombre Horacio perro que te dignaste a hacer desayuno , el mudo se va acabar - dijo el rubio con una risa - jaja, Gustabo pero el desayuno que te he hecho que perraco ya no me vuelvo a parar temprano - dijo el de cresta bastante ofendido, el rubio le golpeó con el codo y dijo - ya solo era un chiste vamos a apurar os ,para que el viejo no nos regañe -

el rubio había tomado una tostada y le daba un mordisco , después de desayunar se arreglo para trabajar, su rutina era complicada porque por una razón,bueno dos y esque el rubio ocultaba algo su pecho ya que este tenía un pecho bastante prominente y le daba tanta pena que lo descubrieran ya que en el pasado se burlabar por ello, se vistió poniéndose 2 binders y se vistió normal , los hermanos salieron a comisaría y se pusieron de servicio

El rubio se sofocaba ya que la presión de sus pechos no era normal ya que había durado más tiempo del que se acostumbraba pero en medio de un código 3 las cosas se descontrolaron, pero salieron bien el fue directo a los vestidores y se quitó el chaleco

y la camisa y rápido se quito los 2 binders que le ayudaban a ocultar su pecho ,por fin podía respirar pero su alegría duro poco ya que escucho como la puerta se abría, no sabe ni como pero se puso los binders y la camisa justo a tiempo para que no lo vieran

- hombre , nena ¿que haces aquí tu solito ?sabes que en vez de estar aquí podríamos subir y ya sabes - dijo el pelinegro simulando como embestia al menor y es que no era raro ver al superintendente ser así de cachondo , vamos era un rumor que se traía por toda la comisaría y no era para menos ya que desde que el rubio entro el pelinegro no dejaba de insinuarse el pensaba que en un momento pararía pero nunca se imagino que empeoraría,

a propósito el mayor le daba el uniforme más apretado o hacia que se agachara por todo o cuando atendía denuncias se le quedaba viendo , pero el rubio a diferencia de otras y otros agentes que habían caído en sus encantos el sabía que solo sería un juguete para ese cachondo - lo siento superintendente solo vine a cambiar mi chaleco ya me voy ,Horacio me espera- dijo saliendo de el vestuario dirigiéndose al patrulla con su amigo - joder Horacios, a qué no sabes, otra vez el superintendente se me está insinuando

- Horacio se concentraba en conducir pero escuchaba a su hermano - joder Gusnabo , esto ya está feo, eee esto ya es acoso - el rubio solo asintió y puso la radio en su estación favorita y se olvidó del problema, al salir de servicio Gustabo se hiria con Horacio así que mientras lo esperaba en el parking el rubio tenía una discusión con el mismo

- joder mis tetas me duelen, debería venir un día sin esa mierda, no mejor no nose cuánto pervertido este en la comisaría, pero valla mierda como me duelen - dijo masajeando su pecho y aprovecho que no había nadie para quitarse el binder que lo tormenta a y empezó a masajear su pecho en eso estaba cuando un hombre apareció - ¿que cojones haces súper nena- era Jack, el jodido Jack Conway su jefe el rubio seguía con su manos en su pecho aplastando lo un poco

- C..Conway , yo nada aquí esperando a Horacios - dijo un nervioso Gustabo restando porque Horacio apareciera - ya... Pero porque tienes tus manos en tu pecho - el rubio quería morirse, pero en ese momento fue salvado por su amigo que llegaba, este sin despedirse de su jefe salió corriendo ( todavía con las manos en su pecho ) al coche de Horacio para ir a su casa, el pelinegro se confundio ya que había visto como el pecho del menor era un pocoas grande pero lo dejo pasar ya que no había tanta iluminación ahí.