9

209 14 0
                                    

BUDO MASUTA.

¿Qué quieres Ayano?

– Masuta... Quiero que estés conmigo, sigamos siendo nosotros dos.

– No, yo ya te dije lo que quiero, ya lo decidí y no me puedes obligar. Y si lo haces por miedo a que te delate estás equivocada, no lo haré. No me vuelvas a hablar Ayano. — Me di la vuelta dispuesto a irme pero ella tomó mi mano.

– Masuta... — Giré la cabeza y ella me besó. No supe como reaccionar, de un momento a otro estábamos de frente, yo aún inmóvil y ella aún besándome.

De repente sentí una presencia más en el lugar, miré y era _____.
No, no era posible, ella estaba con Sho.
Termine de asimilar que era ella y al verla corriendo, salí detrás de ella. Pero la perdí cuando entró a la academia.

Con desesperación, entre al club de cocina y le pregunté a Amai si la había visto, ella dijo que no. Fui a buscar a Sho, quien al verme me preguntó sobre ______.

– ¡La dejé contigo para que la cuidaras Kunin!

– Solo la dejé 5 minutos por una llamada. ¿Porqué estás tan alterado?

– Olvidalo, no me tomes atención. Yo me encargo de buscarla, tú ve a tu salón.

– Buscaré también, ni creas que me quedaré tranquilo sabiendo que no está por ningún lado.

– Haz lo que quieras.

Me di la vuelta y seguí buscándola, escuché sollozos en el baño de mujeres del primer piso, sabía que era ella.

– ¿_____? ¿Estás aquí? — No hubo respuesta — ______ sé que eres tú, sino sales entraré, no me importa meterme en problemas.

Seguía sin haber respuesta. Finalmente entré.

No había nadie, no afuera de los baños.

– ______... — Toqué la puerta de un vestíbulo, veía sus calentadores blancos por el pequeño espacio abajo de la puerta.

– ¡Vete!

– Por favor dejame explicarte... Yo no la besé.

Abrió la puerta y me dio un poco de esperanza.

– Sabes... Ni siquiera sé porque me afecta, después de todo, me utilizaste igual que a Suzuki, no quiero volver a saber nada de ti Masuta.

Se fue del baño, sus palabras me hirieron terriblemente, tanto así que sentí como un par de lágrimas empapaban mi cara.

En todo el día intenté hablar con ella pero cada vez me ignoraba más. Miraba a Ayano a lo lejos sonreír aunque la ignoraba, sabía que lo hacía a propósito.

– _____, ¿Puedes escucharme? — Dije al verla comiendo sola en un asiento de la fuente.

– No tengo nada que escuchar de ti.

– Pero yo no la besé... En serio.

– ¿Vas a seguir con lo mismo? Vi lo que pasó, no intentes volver a engañarme, no caeré.

– No te estaba utilizando ______... Por favor créeme.

– No caeré otra vez Masuta.

– No te engañé a ti, me gustas en verdad.

– No te creo Masuta, de verdad no quiero hablar contigo.

– ______, pero te estás quedando en mi casa, ¿No te irás verdad?

– Iré por mis cosas luego de la escuela mientras estás en el club. Y si no te parece suficiente, no quiero hablar contigo ni quiero saber de ti.

Se levantó y se fue.
No me iba a rendir, lucharía por que ella me perdonara, haría cualquier cosa por ella.
La seguí, pasó por el lugar donde se ponían a almorzar los delincuentes, noté que Umeji la miró muy fijamente mientras caminaba, con lágrimas en sus ojos.

Sin importarme la seguí, hasta que Taro apareció.
No quise interrumpir y me escondí para escuchar su conversación.

– ¡_____! ¿Te encuentras bien?

– Si... Todo está bien, no es nada grave.

– Me apena mucho verte sola y triste, permiteme estar contigo un rato.

– Uh... – Miró la ventana donde Info chan se encontraba mirando y le hizo una seña, en lengua de señas decía "Todo está bien". – Bien, es buena idea.

– Perfecto, ¿Te parece si nos sentamos en la fuente?

– Claro, esta bien.


Se estaban dirigiendo a donde estaba yo por lo que entré a la academia y empecé a dar vueltas hasta que llegué al club de cocina y decidí entrar viendo a Amai.

– ¡Hola Budo! ¿Se te ofrece algo?

– Amai, estoy perdiendo a ______, necesito tu ayuda.

– Me enteré por ella todo lo que ha pasado. ¿Qué sucedió ahora?

– Bueno.... —No podía decirle exactamente lo que pasó — Ayano me besó en el momento que _____ llegó y no quiso escucharme, me dijo que no quiere saber nada de mi y no sé como convencerla de que en verdad me gusta.

–  Bueno... Si buscas un consejo, te diría que la dejes pensar un tiempo.

– ¿Puedo contar contigo? ¿Verdad Amai-chan?

– Claro! Me encantaría verlos juntos, pero primero debes conocerla bien, y es un poco rencorosa por lo que será un poco difícil.

– Estoy dispuesto a hacer lo que sea por que me perdone.


– Bien, pero las clases están por comenzar, ¡Podemos seguir hablando mañana!


– Por favor... ¿Podemos hablar luego de los clubes?


– Bien, no hay problema. Nos vemos entonces Budo-san.



Entonces me fui a mi salón con las expectativas un poco más altas.
Vi a Taro caminando muy sonriente con _____, la estaba yendo a dejar a su salón. Suspiré triste, pero seguí mi camino y me senté en mi lugar pensando en qué podía hacer para que ella me creyera y perdonara.
Pero quizá Taro me la quitaría y yo tendría que volver a enamorarme de Ayano, pero no quería, no de nuevo.

¡Mírame! ¦ Budo Masuta X Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora