-----------------------
Ser adicto a algo como la sangre de Ángel
puede no ser tan bueno como pensaban.
-----------------------
Notas del autor:
MUY BIEN NO ESPERABA QUE ESTO EXPLOTARA TANTO ESTOY TAN FELIZ TT
No pensé en darle otra parte pero aquí estoy 🫶🏻 aquí está la segunda y última parte de este fic, escribí esto escuchando a
la boda del zorro en la repetición por lo que.
Supongo que os podeis hacer una idea de lo que significa.
¡por cierto, revisen las etiquetas porque agregue algunas cosas!
Y sí, también cambié el nombre del fic :)
Gracias de nuevo por el apoyo, me alegro mucho de que os haya gustado. <33
----
"¡Mierda, Alastor! No tan fuerte, animal, me desgarrarás el cuello". Lucifer gimió, arqueando ligeramente la espalda al sentir los dientes en su cuello una vez más, la sangre caliente corriendo por su cuello y manchando sus pulcras ropas era un deleite para el demonio.
"Discúlpeme, Su Majestad. Últimamente me cuesta controlarme más de lo habitual". dijo Alastor mientras sus garras se aferraban a la cintura de Lucifer, atrayéndolo aún más contra su cuerpo mientras seguía lamiendo la sangre de la herida como si fuera un animal.
La lengua recorriendo su pálida piel sólo le hizo estremecerse más, los dedos de sus manos se aferraron al cuello del demonio con aspecto de ciervo mientras continuaba sentado en su regazo. Su rostro seguía calentándose con cada movimiento que hacía Alastor, haciendo que sus mejillas resplandecieran con un tono de rojo aún más oscuro. "S-sabes que no tienes por qué llamarme así ahora. Es ridículo cuando casi me estás comiendo".
Alastor dejó escapar un suave gruñido y se limitó a sonreír, con los dedos jugando con el pelo del ángel caído durante unos segundos. "Es cierto, a veces olvido que puedo llamarte por tu nombre, Luci". Aquel apodo no hizo más que provocar nuevos escalofríos en Lucifer, que volvió a sonrojarse y gruñó por lo bajo, ahogando jadeos y gemidos tras sentir aquel tacto demoníaco que, para él, era tan dulce como su propia sangre.
Varios minutos después, aquellos afilados dientes dejaron de clavarse en la piel del ángel, dando por fin un respiro a Lucifer. La tensión comenzó a abandonar su cuerpo poco a poco y simplemente se dejó caer como un peso muerto sobre el pecho del otro, jadeando.
Tras unos segundos de descanso, Lucifer decidió simplemente observar el rostro de Alastor más de cerca, deteniéndose en cada detalle y notando que, efectivamente, era mucho más guapo de lo que pensaba. ¿Podría ser que...?
...
"¿Papá? ¿Estás ahí?"
La voz de Charlie por el altavoz le devolvió de nuevo a sí mismo, sacudiendo la cabeza mientras se quitaba el pensamiento de encima. "Sí, cariño, perdóname. Ya sabes lo distraído que soy a veces". Dijo mientras se frotaba los ojos con una mano, tuvo un flashback del último encuentro que tuvo con el demonio hace tan solo un par de días.
"Últimamente estás más distraído que de costumbre, ¿te preocupa algo?". La voz de Charlie sonaba ligeramente preocupada tras la línea, y eso hizo que Lucifer comenzara a ponerse nervioso. No podía decirle que sus preocupaciones estaban relacionadas con Alastor, ¡de ninguna manera! Tenía que inventar algo rápido, o ella empezaría a sospechar.

ESTÁS LEYENDO
El precio del orgullo dorado
Short StoryLa sangre de un ángel es deliciosa, o eso dicen los demonios caníbales. Alastor quiere probarla más que nunca. --- Autor: fyodrz en Ao3