Capitulo 1

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Estoy parada en el fondo del enorme salón sudando y con un motón de nervios, en esta misión debo matar al presidente de una de las empresas más importantes de Estados Unidos; Frank Dellinger, un millonario y vanidoso viejo de 60 años, ha matado a una docena de personas para obtener el puesto que tiene ahora incluyendo al anterior presidente y dueño de la empresa. Esta sin duda será una de las misiones más difíciles que he hecho pero no hay nada que yo no pueda resolver.

Desde el día de la muerte de mi madre juré que mataría a todos aquellos egoístas que matan y roban a gente inocente, y sin darme cuenta con el tiempo me convertí en una de ellos. Cualquiera diría que llevo una muy buena vida, con los mejores lujos posibles, que soy una niña rica y mimada, pero en realidad he tenido que ganarme la mayoría de las cosas que tengo ya que, trabajo para mi padre, soy una maldita asesina, narcotraficante, ladrona y secuestradora, todo gracias a mi frío y manipulador cerebro con grandes ideas para cada uno de mis trabajos. Si me preguntas, he matado a miles de hombres, desde el más inocente, hasta al más peligroso del país, todos caen en mis redes ¡Já! Soy buscada por la policía internacional pero nunca han podido atraparme, soy muy ágil para sus cerebros de donas.

Me encuentro en el cumpleaños de uno de los ejecutivos de la empresa y su gran mansión está llena con más de 200 personas así que será fácil mezclarme entre la gente y escapar sin dejar rastros, ya tengo todo planeado.

- Hey Anne, ¿Estás lista? -escucho hablar a Carter desde mi auricular.
Carter es mi compañero de trabajo, él es el cerebro de todas las misiones calcula todos los movimientos de nuestras víctimas precisamente y sin duda es la única persona en la que confío en este mundo. Nos podemos comunicar gracias a unos aparatos electrónicos que se colocan en el oído y que básicamente no se ven a simple vista.

- Siempre estoy lista Carter, no tienes que preguntar -respondo insolente.

- Me sorprende tu alto nivel de humildad -dice sarcástico.
Yo ruedo los ojos aunque sé que no me puede ver.

- ¿Me dirás en dónde está Frank o no?

- Está bien, relájate. Dirígete a la sala de conferencias en el segundo piso, trata de ir lo más rápido y sigilosamente posible. La casa está repleta de guardaespaldas por todas partes así que por favor ten cuidado y no llames mucho la atención -me dice totalmente firme, eso significa que ya empezó la misión

- Con mi belleza es difícil no llamar la atención -dije y seguido de esto escuché a Carter reír.

- Suerte

- No la necesito -respondí arrogante.
Subí las escaleras pasando alrededor de unas cuantas personas, una de ellas me seguía, un hombre alto de piel oscura y un poco gordo, me mezclé entre la gente para que no me siguiera el rastro, seguí subiendo, llegando al primer piso, el negro seguía detrás de mí, demonios.

- Tengo un cambio de planes -dije en un intento fallido de hablar con Carter a través del auricular- Carter -dije un poco más alto.

- ¿Qué pasó princesa? -dijo con voz coqueta.

- Cambio de planes, un tipo me está siguiendo, lo mataré, y luego iré por Frank.

- Demonios -dijo con un tono de rabia y desesperación en su voz- apúrate, no tenemos mucho tiempo.

Seguí caminando por un largo pasillo, esperando a que el tipo siguiera atrás de mí, para acorralarlo al final del pasillo y matarlo.

- ¿Quién diría que tendría el honor de estar con esta hermosura el día de hoy? -dijo el tipo acercándose a mí lentamente.

- Cállate imbécil -murmuré con rabia dando pasos hacia atrás hasta chocar con la pared.

El imbécil me acorraló contra la pared diciendo
- Así que nada más y nada menos que la señorita Williams.

- Ajá -dije ya irritada de este tipo.

En un solo movimiento cambie todo de posición, ya no era él el que me acorralaba contra la pared, ahora yo lo acorralaba contra la pared.

- Algo que quieras decir antes de morir -dije sacando la pistola que tenía dentro de mis pantalones y apuntándola a su cabeza.

El tipo puso una sonrisa espeluznante y puso sus labios sobre los míos robándome un beso, le escupí con asco en la cara y jalé el gatillo.
Lo había matado en seco sin ninguna lástima, desgraciadamente, así son las cosas aquí.
Escuché las estúpidas risas de Carter a través del auricular.

- Cállate, y dime donde esta Frank -dije molesta.

Me dio las indicaciones de cómo llegar hasta donde estaba Frank, me dijo que habían cuatro guardias vigilando la puerta y que Frank estaba con un socio dentro del despacho.

Al llegar al pasillo donde se encontraba el despacho lancé dos bombas con efecto lacrimógeno y droga para que se desmayaran, luego de unos minutos cuando las bombas hicieron efecto, corrí por el pasillo con la pistola en alto, me paré en frente de la puerta del despacho y le dije a Carter que ya estaba lista, y que desconectara todas las cámaras y alarmas de seguridad.
Sé que no tenía mucho tiempo, pronto descubrirían que había matado a uno de los guardias de Frank y los otros cuatro despertarían en unos minutos, así que giré la perilla de la puerta y entré a la habitación apuntando al frente.

Lo que tenía al frente no me lo podía creer, seis guardias cada uno con metralletas, delante de ellos el señor Frank mirándome con una sonrisa pícara.

- Señorita Williams, por favor, soy una de las personas con más dinero del país y usted creía que no tendría las suficientes medidas de seguridad para proteger mi valiosa vida ¿En realidad creía que sería tan fácil librarse de mí? -dijo con voz cínica.

- Buen trabajo Carter -dije molesta.
De seguro a Carter le estaba dando un infarto o ya se había ido llorando a preparar mi funeral pero tampoco es fácil librarse de esta chica.

- Procedan y tortúrenla hasta el último segundo de su vida -dice Frank a sus guardias.

Ellos no saben con quien se están metiendo pensé.
Tomando en cuenta de que aún tenía el arma en la mano decidí disparar a tres de los guardias, que gracias a mi rapidez y agilidad con las armas ya estaban en el suelo, quedando solo tres guardias junto a Frank, dos de ellos se acercaron a mi sujetándome de cada lado, y el que se puso a mi lado derecho arrebato mi arma de un solo jalón, llego el tercer guardaespaldas y se posicionó justo en frente mío regalándome una macabra sonrisa y yo por mi parte le di una patada en su entre pierna junto una sonrisa cínica, lo vi caer al suelo.

- Llévensela ahora mismo -ordenó Frank a los únicos dos guardaespaldas que quedaron-

Me llevaron a una habitación que quedaba a cinco pasillos del despacho de Frank, me imagino que contactando más guardias de seguridad.

Cuando entramos a la habitación, el guardia que estaba a mi derecha me soltó y me devolvió el arma, el del lado izquierdo lo miro asombrado preguntándole

- ¿Qué demonios crees que haces? -dijo el otro robusto y alto guardia de seguridad exasperado

El guardia a mi derecha saco una pistola de su pantalón y la apuntó hacia él.

- Infiltrado -dijo sonriendo y luego disparándole.

- Bien hecho, ahora ve y mata a todo el que impida que se haga la misión -ordené con carácter a lo que el asintió.
Les dije que no sería tan fácil librarse de mí, soy la jefa.

A Girl in The MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora