Estoy encerrada en mi habitación, acostada con el corazón lleno de tristeza, no sé cuánto tiempo llevo aquí, además de comer poco, me duele la idea de perder a mi padre y de no lo volverlo a ver más.
De pronto escuche que abrieron la puerta, pensé que traian mi desayuno, pero no era así, sentí como alguien se sentó en la cama.—Has estado aquí encerrada desde hace un mes, ¿Segura que estás bien?— pregunto preocupado
—Si...
—Puedo darle un mes más—trato de consolarme.
—No es necesario—dije levantandome y me sente a su lado, cubrierta por una cobija
—¿Entonces por que sigues triste?— pregunto él preocupado
—Es parte de ser humano... Es normal estar triste por perder a las personas que realmente queremos— lo mire
Aunque su rostro era de un esquelo de algún animal, podía notar que estaba preocupado por mi, he incluso viendo a esos ojos o mejor dicho agujeros negros donde debería ir sus ojos, notaba de como se cuestionaba la idea de "No debí decirle eso o fue mala idea decir lo de su padre". Soy consciente de que mi aspecto en este momento no es el mejor, por todo lo que estuve llorando, y sé que no le voy a quitar la preocupación por decir las simples palabras " No te preocupes estoy bien" cuando claramente él y yo sabemos que no lo estoy.
Esa misma tarde, mientras estamos en el jardín, cuando de pronto se acerca a mi, me toma de los hombros, me mira fijamente y me dice
—Ya debes irte.
—¿Que?, ¿Por que?— pregunté confundía.
—No pertenece a este lugar.
—No...
—Ya debes despertar...
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Querida Muerte
Spiritual¿Algún día descubriremos lo hermoso, lo raro, lo aterrador y lo enigmático que puede ser aquel ser que hacen llamar " la Muerte"? NO ADAPTACIÓN