El dolor de perder

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Estaba volando sobre el mar y podia observar a todas sus criaturas nadar o uir de depredadores, se veian las islas y la natutaleza que abundaba en ellas. Estuve volando por 3 dias y estoy sediento siento mi garganta seca y rasposa como si hubiera tierra en ella. Siente el cansancio de mi banshi, sentia como sus alas empezaban a pesarle hasta el punto de volar muy cerca de el mar buscando un lugar para posarse y descansar, sentia como su respiracion era agitada debido a el cansancio y el largo vuelo.
Note que ella tambien sentia mis emociones, sintiendo mi desesperación, sed, cansancio.

-Mawey... mawey...- dije con dificultad pero lo unico que me motiva a seguir adelante es volver a ver la hermosa sonrisa de mi amado, y ver cuanto crecio mi niño que aun que no sea mio lo quiero mucho, extraño oir la melodiosa voz de mi amado cantando mientras paseabamos a la luz de la luna con la compañia de como el le dice, nuestra "Cría" que por lo que tengo entendido viene de que sus padres biologicos le decian así.

Logramos ver a la distancia una pequeña isla y sonrie de oreja a oreja ya que despues de 5 dias podriamos descansar. Al aterrizaran mi banshi movio sus alas y solto un gruñido que reconoci al instante, estaba muy feliz, y yo le sonrei en respuesta saque comida de mi bolso y agua para despues darsela a mi banshi ya que estaba seguro que ella estaria más sedienta que yo en estos momentos, sonrei nuevamente al verla tan feliz por el alimento que le di después -Yam-Yam Ten Ten- dije con cariño mientras acariciaba la cabeza de mi banshi de nombre Ten Ten. Ella habia sido mi compañera en este largo viaje para asi poder regresar a casa, estabamos muy felices de poder descansar y opte por hacer una pequeña fogata para asi poder calentarnos por esta noche, pero cuando me adentre en la isla me encontre con una pequeña niña metcayina la cual no parecia pasar los 3 años y estaba llorando flotando en una canasta.

Al verla mis orejas bajaron y más al ver como esta estaba empapada debido a las fuertes lluvias que estuvieron estos dias, tome a la niña en mis brazos y esta al sentir como la levantaba abrio sus ojos y me miro con temor y ternura. Busque a sus padres pero note que estaba sola y que en la canasta lo unico que habia aparte de la niña era una manta, un cordon musical, un pequeño peluche y una peineta de arrecife, pero no habia nada con lo cual pudiera encontrar a sus padres asi que opte por llevarmela conmigo a mi campamento ya que alli podria entrar en calor.

Al llegar vi a Ten Ten durmiendo y sonrei pero volvi a la realidad cuando la bebé empezo a temblar por lo mas probable que era fiebre después de que se encontraba empapada de pies a cabeza. Asi que le quite la manta y la cubri con un manto que llevaba conmigo ya que mi amado me lo habia dado para que asi el me acompañara en ese largo viaje de alguna forma no física, al cubrirla me acerque al fuego y opte por darle un poco de agua y fruta ya que se veia muy desnutrida, ella al sentir la taza de ceramica cerca de su boca con agua bebio rapidamente mostrandome que llevaba dias sin tomar una gota de agua, despues acerque un pedazo de fruta a su boca y aunque al principio se reusaba a abrirla al olfatear el alimento abrio su pequeña boca e introdruci el alimento delicadamente.

Al dia siguiente opte por llevarme a la niña conmigo y al parecer a Ten ten le agrado la pequeña ya que dio un gruñido de felicidad causandome una sonrisa. Volamos por otros dias soportando frios, vientos despiadados, aguas incontrolables y tormentas desfavorables pero no deje de cubrir y proteger a la niña de todo aunque despues de todo el tiempo que habia pasado decidi darle un nombre a la pequeña despues de todo, creo que lo mas apto para ella es tener uno y ya que no se el suyo escogi "Eriana" en honor a mi hija fallecida.

En este momento nos encontrabamos volando sobre el mar y Eriana ya nos habia agarrado confianza a mi y a Ten Ten, asi que se encontraba jugando con mis manos mientras yo intentaba entretenerla con vuelos ligeros y algo rapidos causando risas de la pequeña, y al verla tan feliz sonrei y me imagine que talvez mi hija tambien hubiera sido asi, aun que no se veria como una metcayina si tendria esta edad. Nos mantuvimos cerca de el mar para que la pequeña pudiera ver los peces pero cuando entramos en territorio enemigo decidi elevarnos más para asi evitar alguna emboscada, la pequeña estuvo jugando con mis manos y manto mientras que se quedaba dormida, mientras que yo me concentraba en tener un vuelo seguro y por mas que enviaba mensajes a el campamento, nadie respondio y eso causo mi preocupación ya que sabia que mi amado y mi cría estaban allí.

Un hijo por un hijo (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora