El Caballero Que Fracaso Libro 2 de The Sentinel Knight

Prólogo: Una nueva oportunidad

Por donde camina el hombre muerto... Hay un camino de huesos... Huesos que hablan, huesos que mueven...

Su nave se había averiado, por lo que decidió aterrizar en una luna cercana. Una vez en tierra, comienza a comprobar los daños en el barco, dándose cuenta de que el ala y el motor izquierdo estaban dañados. Al no tener herramientas para reparar su nave, Khan decide ir a explorar los alrededores en busca de alguna civilización o algo con lo que sobrevivir.

Por donde camina el hombre muerto...

Horas y horas de caminata eran estresantes. Ni siquiera sabía adónde iba, pero Khan estaba seguro de que tarde o temprano encontraría algo o a alguien. Pronto tropieza con algo, siendo el dedo de una escultura de piedra gigante enterrada en la arena de la luna.

Hay un camino de huesos...

Al girarse para mirar a su alrededor, Khan encuentra una cueva enorme, en la que entra y ve una cascada en su interior. Se quita el casco y empieza a beberlo, pero pronto nota algo verde incrustado en una pared. Al tocar la cosa verde, Khan queda envuelto en un aura verde que recorre su cuerpo. Esta aura verde comienza a infectarlo, desde su brazo izquierdo hasta su ojo. Lo último que vio fue una sombra verde mirándolo.

Huesos que hablan, huesos que mueven...

En un mundo ardiente, Makruxz y sus dos últimos clones llegan a su hogar natal, Apokalixz: un mundo devastado y destruido, producto de la ambición de Makruxz por cumplir su objetivo. Una vez que entran en su atmósfera, aterrizan la nave de escape en una plataforma en una base de la Mano Celestial, donde son recibidos por más Mayhem Bots y una doctora de la especie Jirabahan. La doctora le informa a Makruxz que el proyecto Cyberspawn ha tenido dificultades desde que se fue a Auroburous y que necesitan su aprobación para continuar con el proyecto.

-Dra. Wregah, ¿qué tipo de problemas han presentado nuestros cyborgs? -Preguntó Makruxz.

-Canibalismo hacia ellos mismos, agresión hacia otros científicos y algunos han logrado escapar, pero los hemos matado para evitar una catástrofe. -Dijo la Dra. Wregah, y lleva a Makruxz hacia las habitaciones donde se encuentran los engendros cyborg. Dentro de la habitación, N'Dur ve que está manchada con la sangre y vísceras de varios científicos muertos, cuyos cadáveres se están pudriendo y siendo devorados por unos cuantos cyborgs.

-Que desagradable... -Dijo Hust.

-Usando este botón podemos incinerar a los ciberengendros y acabar con sus vidas en caso de cualquier catástrofe en los laboratorios.- Dijo Wregah señalando un botón verde en las computadoras de los laboratorios.

-No...- Dijo Makruxz viendo a un cyborg abalanzarse hacia el cristal con intención de atacar. Sin embargo, Makruxz logra intimidar aún más al cyborg, que se esconde al otro lado de la cámara. -Aún podemos usarlos para acabar con la vida de la Resistencia... Dudo mucho que Linah Frhei y su equipo puedan hacer algo contra estas criaturas... Ni siquiera... Leonardo Martínez...

En sus sueños era grande, adorado por muchas especies del universo que lo reconocían como un héroe. En sus sueños, era temido y respetado, con un gran poder detrás de él. En sus sueños él era ese héroe que todos querían que fuera...

Leo se despierta después de una larga noche en la ciudad de Hope's Wing en Auroburous. Él y lo que quedaba de la Resistencia se habían mudado y escapado a la ciudad de Auroburous que había sufrido menos daños por la guerra. Aturdido por sus sueños, Leo se levanta de la cama de un extraño. Volviéndose hacia su lado encuentra a Drexus B'Hasahop, un miembro de la especie laxasaurio que se había refugiado en Hope's Wing.