Me gusto todo ti, mi querido gran amo...
Me recosté en su regazo dormía plácidamente un sentimiento extraño comenzó a surgir en mi, Daki algunas veces era un muy tonta o muy inteligente.
Pero me agrada su compañía aunque desde un principio me odio por asesinar al anterior "Rey de los Demonios" Muzan Kibutsuji...
Y tampoco puedo negar que me gusta su compañía es agradable y feliz tener a una bella demonio a mi lado pese a que Nezuko en ciertas ocasiones interfiere.
Lo tome con calma al fin y al cabo Nezuko sigue siendo familia y su lealtad hacia mi sentiría como si le quitaran algo que le pertenece.
Que más puedo decir es un dulce y hermosa hermana, no tolerare que nadie la lastima y si lo hacen lo pagaran con su miserable existencia.
Porque soy, el "Rey de los Demonios" más poderoso de todos que conquisto al mismísimo sol.
Alguien me hablaba sacudiéndome repetidas veces y desperté note que había sido Daki y sin querer mi mirada bajo a sus enormes pechos que solo eran cubiertos por esos tirantes que usa.
Fue suficiente para sonrojarme aparte la vista ni quería parecer descortés con las mujeres, ella abandono su apariencia de cortesana y ahora vestía ese Kimono con fajas...
—Amo Tanjiro, Amo Tanjiro ¿Por qué no respondes? ¿Te sientes bien? — Pregunto la mujer y me noto fuera de mi mismo.
—S-Si... estoy bien solo que no sabía que eran tan grandes... — Le dijo Tanjiro e hizo una pausa — ¡Idiota no es momento de idioteces! — Pensaría.
—Oh!! — Gimió ella sonrojada dándose cuenta — Ah~ Ah~ ay Amo no me digas ya me viste mis dos grandes razones... ¿Te gustan? ¿Quieres tocarlas? Me ofrezco — Dijo Daki.
—No...no gracias — Recuperando la compostura — No deberías ofrecer de esa manera tu cuerpo, eres muy linda Daki... no tengo nada más que decir — Le dijo Tanjiro retirándose.
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Un 14 De Febrero Con Daki
FanfictionEsos días fríos y helados los recuerdo como si fueran ayer agobiados por el hambre y el viento, sin nada que comer ¿Algo cambió en mi? Por causalidades de la vida termine como una bella demonio. Me gusta esa sonrisa cálida, su tacto, cuando el me sa...