My Beloved Girl | Max Verstappen

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~ Rookie ~

~ Genevieve ~

Habían pasado unas semanas desde todos esos acontecimientos. Aún no entendía lo que había pasado con Max,  así que trataba de evitarlo lo más que pudiera, lo cuál era casi imposible, ya que soy su race engineer.

Sin embargo, éstas semanas había sido un poco más fácil evitarlo, ya que fuera de las carreras no teníamos mucho que hacer juntos, más que las veces que Horner nos hablaba a su oficina, y casi siempre al terminar, yo huía.

Hoy era un gran día, hoy iniciaba la nueva temporada de la fórmula 1. Era el gp de Baréin y yo no podía estar más emocionada.

Estas semanas había logrado hacer amistad con muchos de los ingenieros y mecánicos del equipo, y todos me llamaban rookie, por ser mi primer temporada aquí.

Ya habían pasado las prácticas y la clasificación, y todos se preparaban para la carrera.

— Hola, Vee — me saludó uno de los mecánicos — oye, Max te estaba buscando.

— ¿Para qué? — le pregunté.

— No lo sé, creo que quiere ver las estrategias que van a usar hoy — me respondió — dijo que fueras a su motorhome.

— Bueno, en un momento voy — comenté, él simplemente asintió y se fué.

Claramente no iba a ir, no quería estar a solas con él. Honestamente me daba miedo.

— Hola, pequeña rookie — me abrazó mi hermano y me dió un beso en la frente — ¿qué tal tu primer día?

— Todo muy bien — mentí, estaba que moría de nervios por ser mi primer día.

— ¿Nerviosa? — me cuestionó. Me conoce tan bien.

— A más no poder — sentí que vibró mi teléfono.

— "¿No te mandé hablar, enana?" — y ahí estaba el neerlandés.

— ¿Qué pasa, Vee? ¿quién te envío mensaje? — me preguntó Checo — ¿un pretendiente acaso?

— Y ahí vamos otra vez — torcí los ojos — no es nada importante.

— "¿No te dije que no te quería cerca de Pérez?" — otro mensaje, y yo comencé a sentirme nerviosa — "te quiero en mi motorhome en cinco minutos, o iré por ti y te traeré cargando, ¿entendiste?"

— ¿Todo bien, pequeña? — habló mi hermano, algo preocupado.

— Si, todo bien — sabía que Max hablaba enserio — me tengo que ir, me mandaron hablar, ¿nos vemos luego?

— Claro, hermana — me respondió diciendo la palabra "hermana" en voz baja, aún nadie sabía que éramos familia.

Me despedí dándole un beso en la mejilla a mi hermano y me encaminé a los motorhome, pero no sabía cuál era el de Max.

— "No sé cuál es" — le envié un mensaje, y pude intuir que ni siquiera se había salido del chat, porque me respondió enseguida.

— "El único con la puerta entreabierta, enana" — ya me estaba acostumbrando a su molesto apodo.

Pude ver una de las puertas entreabiertas, y enserio dudaba si ir o no, no sabía que iba a pasar, pero yo tenía mi cometido bien claro, no iba a caer en sus juegos.

Me acerqué, y cuando iba a tocar para ver si podía entrar, Max abrió la puerta y me tomó de la muñeca, jalándome al interior del motorhome y cerrando la puerta, acorralándome contra ésta.