Prólogo.

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Las afiladas roscas metálicas del tornillo, mordieron la punta de los dedos de Dave, marcando profundamente las almohadillas.

La sangre manchaba la cabeza del tornillo y goteaba sobre la cubierta del conducto de ventilación, del metal gris oxidado que Dave estaba tratando de quitar de la pared.


Dave ya había liberado 2 de los tornillos del respiradero e intentaba doblar la cubierta para separarla de la pared, pero el metal era demasiado blindado y fuerte.


Sin opción aparente, Dave tuvo que sacar una tercera tuerca para poder retirar la tapa. El conducto era grande... Lo bastante enorme, pensó el chico para poder pasar, tenía que ser si no fuera así... Bueno.... No podría pensar en eso....




-Vamos... Vamos.- Dave Murmuró.


Las palabras salieron entre jadeos entrecortados mientras su corazón comenzó a latir tan violentamente, que a simple vista, parecía sentir como si le sacaran el aire brutalmente de los pulmones. Un golpe.... Sonó detrás de Dave, un fuerte golpe que hizo vibrar el escritorio bajo el cual Hudson yacía agachado...




Involuntariamente, Dave levantó la cabeza y la golpeó con fuerza mientras giraba por encima del hombro... El latido que hace pocos segundos estalló en su cráneo añadió sin copa a su respiración tan acelerada.


Dave se quedó mirando, hacia el panel de una palanca de una de las dos frías puertas metálicas de la oficina.




¿En verdad... podría aguantar?.


Hubo otro estallido inminente, el cual este resonó en la oficina. Dave sintió que la vibración recorría por todos los huesos de su cuerpo, una vibracion, que de inmediato pasó a convertirse en una convulsión de lágrimas y un horror indescriptible combinado con el aparente pánico, cuando justo en ese momento... Y de manera abrupta...... La luz del edificio y donde el se encontraba...... Se esfumó. Los sistemas de la oficina... se apagaron, envolviendo el ambiente en una lúgubre y vacía oscurad acompañada del resonar de las palancas y aquellas puertas alzandose hacia arriba con brutalidad.



El susurro del gélido frio del aire resonó en la lejanía... Mientras que aquel tétrico sonido de una risa profunda, infame y macabra se le era escuchada con claridad en el momento que el eco hacia presente el vil sonar de sus pisadas de hierro. Haciendo caso miso de los hormigueos entre los omóplatos mientras se acercaba lentamente a la entrada este de la oficina... Dave, volvió a concentrarse en el tornillo.

El tornillo ensangrentado, se negó obstinadamente a girar una vez más. Dave apretó todos los dientes y puso toda su atención en la cabeza de la tuerca, y finalmente, Esta misma se soltó.



La dejó caer mientras la tapa del ducto giraba sobre el tornillo restante y se alejaba de la apertura en la pared, miró dentro del eje negro extendiéndose frente a él. Por la apertura, salía un aire viciado, el polvo se elevó hacia arriba y reprimió un estornudo.




Detrás de Dave, el ruido ensordecedor de los pesados pasos de metal logró oírse claro y con sumo detalle detrás de su oreja, la cabeza del joven giró, aquella risa de dicho monstruo que lo asechaba recorrió fuertemente por su espalda junto a un brutal escalofrío.



La luz roja de sus cuencas vacías se manifestó en el negro vacío que rondaba en el edificio, acompañadas de su maldita boca sonriente y dentada que brillaban intensamente, produciendo de su caja de circuito la melodia estridente del toreador. Dave contuvo el aliento y miró freneticamente a su alrededor mientras sacaba su linterna.



FIVE NIGHTS AT FREDDY'S: LA PESADILLA SIN FIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora