Dos almas no se encuentran solo por coincidencia.
Pero ellos todavía no lo sabían, solo eran dos jóvenes inexpertos con memorias distintas. Dos jóvenes con los que el destino decidió jugar.
Taekook
No adaptaciones
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Jimin ha sido mi mejor amigo desde que tengo memoria. Crecimos juntos, fuimos a las mismas escuelas siempre, estuvo para mí en todo momento. Él fue quién me integró con los chicos, ya que solo lo tenía a él.
Somos como polos opuestos, él es un poco popular, a mí en la escuela me conocen pocos, él hablá hasta por los codos, yo hablo solo cuando es necesario, él tiene muchos amigos, yo solo lo tengo a él y a los chicos, él tiene mil chicas por detrás, y yo... Yo tengo salud.
Pero apesar de eso, nos completamos tan bien, él siempre dice que soy su único mejor amigo, que nunca podría querer a alguien de la manera en la que me quiere a mí, dice que soy especial para él y más cosas.
¿Alguna vez han pensado en lo rápido que dejamos de ser adolescentes? ¿En lo rápido que se nos va la vida pensando en cosas sin importancias? ¿Preocupándonos sobre como nos vemos?. Algunas veces perdemos mucho tiempo valioso de nuestras vidas por alguien, porque no solo es tiempo perdido, son muchísimas más cosas que jamás volverán, y ni siquiera te das cuenta de que perdiste algo; pero aún sabiendo eso, seguía perdiendo mi tiempo por un chico lunático, que probablemente seguía jugando con mi mente y corazón, que jamás sería consiente de mi vida perdida, de todas las cosas que desaproveché por verlo un momento, pero si tuviera la oportunidad, lo haría una y otra vez, porque al final es mi vida, fue mi decisión perder ese tiempo, y aunque todavía no estoy seguro de que es lo que me ata a él, siento que está valiendo la pena, siento que ahora sí valió la pena todas las clases de matemáticas que perdí por ir a verlo jugar con su uniforme de basquetbol, valió la pena todas las veces que me quedé fuera del salón de ciencias por haber ido a verlo en su clase de música, porque escucharlo tocar el violín era una adicción nada sana, pero siempre sintiendo que por él valía la pena.
Y nuevamente me encontraba perdiendo muchas cosas por verlo un momento, la confianza de mamá, la nueva explicación de la señora Jensen, la pizza que darían en la cafetería, debo admitir que en lo personal es lo que más me duele, pero no quería echarme hacía atrás y en un par de años arrepentirme, aunque tal vez en un par de año me arrepienta de no haber ido por esa pizza.
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