Where'd all the time go? L1 | Rafe Cameron/Outer Banks [SIN CORREGIR]

Parcela 9

        —— Jhon B está en el hospital—. enunció buscando en uno de los cajones de su escritorio apurado.

        — ¿Qué? ¿Está bien?— preguntó preocupada.

        — Se fracturó una muñeca, pero estará bien. Por cierto, necesito que me ayudes a preparar una habitación para él. Vivirá con nosotros—. Ward le guiñó un ojo a la rubia. —Estamos más cerca de encontrarlo.

        — ¿Hablas en serio?— estaba notablemente animada. —Eso es genial

        — Lo sé, Lily—. una vez encontró los papeles se dirigió a la puerta para salir, pero antes habló, —Prepara la habitación y avísale a Rose que estaré con Sarah en el hospital—. volvió a acercarse para dejar un beso en la frente de su sobrina.

        — De acuerdo—. sonrió dulcemente.

Asi que Ward se fue y Lily quedó sola en casa. Ella hizo los pendientes que su tío le pidió y cuando por fin estuvo desocupada volvió a su habitación para tomar su teléfono notando los mensajes que tenía de JJ.

        — Ya me enteré de que Jhon B está en el hospital—. dijo a través de la línea en cuanto su amigo respondió.

        — Si... pero eso no era para lo que llamaba. O bueno, en realidad si, pero escucho que ya sabes.

        — ¿Entonces? ¿para qué?

        — Solo quería saber como estabas. Sarah me dijo que estabas enferma.

        — ¿Yo?— preguntó dudosamente. Tras varios segundos de pensarlo, recordó los malestares. —¡Oh, si!... No es nada de que preocuparse, rubio. Estoy bien.

        — ¿Estás segura?

        — Si. Mejor dime, ¿cómo estás tú? ¿cómo está John B?

        — Yo estoy bien, y JB, bueno, él está descansando, Sarah lo está cuidando.

        — ¿Ya despertó?

        — No, aún no. Los médicos dicen que despertara en un par de horas.

        — Que bien, hay que ser pacientes—. respondió. De pronto sintió unos brazos rodeando su cintura. Sonrió al saber perfecto de quien se trataba. —Te marco mas tarde, J. Cuídate, te quiero.

        — Te quiero más, Camcam—. Y colgó la llamada.

        — ¿En serio tienes que decirle que lo quieres? Dios, detesto a ese chico—. susurró cerca de su oído. Sus manos viajaron por su abdomen llegando hasta la parte baja de su pecho. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Lily al sentir su tacto y rápidamente se giro en su eje para quedar frente a frente. —¿Por qué no puedes ser solo mía?