Capitulo 4

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Allison

Fui a la puerta dispuesta a ver de quien se trataba ya que era muy temprano, cuando abrí la puerta me paralicé al ver de quien se trataba, era Ethan, era una persona importante para mí, estuvo conmigo durante mi duelo por la muerte de mis padres, mis ataques de ansiedad, fue a la única persona que recordé después del incidente con mi memoria.

-No me vas a saludar- fui corriendo a abrazarlo, nos quedamos un rato así, después me hizo mirarlo.

-Se te nota más viejo de lo que estabas, tanto te afecto el intercambio- bromee.

-Allison solo te llevo 2 años, no es para tanto.

-Regresaste más cascarrabias.

-Y tu estas más infantil que de costumbre.

-Vaya te vas un año y regresas más borde, a lo mejor me olvidaste y ya no quieres saber de mi- dije dramática.

-Yo jamás me olvidaría de ti, lo sabes ¿no?

-Te extrañe.

-Yo también te extrañe, ¿Cómo esta Keyla?- se interesó.

-Bien, ha estado algo ocupada con los trabajos de la facultad, pero prometió venir hoy.

-Bueno, necesito aclarar algunas cosas con ella, nuestros padres están haciendo negocios juntos y nos incluye a los dos.

-Bueno ya hablaras con ella más al rato, pasa a saludar.

-Al parecer te has vuelto muy mandona- dijo a modo de broma, yo le sonreí y lo llevé al salón principal donde se habían movido mis abuelos, Alister había desaparecido.

-Ethan, tiempo que no nos veíamos- dijo mi abuelo con una gran sonrisa.

-La carrera ocupa la mayoría de mi tiempo.

-Me entere que te fuiste un año de intercambio-acoto mi abuela.

-Si, fui a estudiar a España durante un año, pero la verdad extrañaba el clima de Canadá- empezaron a platicar sobre sus estudios y sobre algunos negocios que tenían entre las dos familias, decidí que lo mejor sería dejarlos solos, así que fui a escondidas a la cocina para agarrar algún aperitivo.

Al llegar a esta empecé a tener la sensación de que alguien me observaba, mire por todos lados pero me encontraba sola, decidí que tal vez era mi imaginación, y me puse a revisar donde estaba la comida, pero todo estaba vacío, al parecer se la habían llevado al salón principal, maldije para mis adentros pensé que lo mejor era irme aunque lo mejor sería disfrutar los pocos minutos que iba a estar sola, así que me senté en un banco que estaba ahí, odiaba este tipo de eventos, había demasiadas personas lo cual me generaba una ansiedad horrible, tal vez estar sola me ayudaría a calmar un poco mi nerviosismo, así que puse música en mi celular lo deje en mis piernas y cerré los ojos, estuve así un buen rato cuando escuche que alguien entro a la cocina.

-Estas aquí-abrí los ojos y me enderece en la silla inmediatamente, que demonios estaba haciendo aquí.

-Alister, ¿Por qué viniste? - dije seria mientras él se recargaba en el marco de la puerta,.

- ¿Y esa emoción?, cuidado podría pensar que te caigo bien- puse los ojos en blanco, él sonrió.

-Tu nunca podrías caerme bien.

-Hace rato parecía que sí.

-Fue un momento de debilidad, ¿Qué quieres?

-La verdad me estaba aburriendo.

- ¿Y has terminado aquí en la cocina solo por eso? -esta estaba alejada de todo, casi nadie le gustaba entrar ahí.

-La verdad acaban de llegar los invitados, creí que necesitabas saberlo, además tus abuelos están como locos buscándote- me extrañe, mire el reloj de mi celular.

Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora