"No sabría decirte si esto es amor o solo atracción"
Jeongin siempre tuvo en claro que los chicos son un desperdicio de tiempo para el y más cuando tiene que enfocarse en sus estudios para lograr entrar en la universidad. Cada cosa que no esté relac...
Nuestra rutina era la misma de siempre, como la de cualquier profesor.
¿Que es lo diferente de todo esto? Mi profesor de matemáticas quiere sexo conmigo y creo que me gusta.
"De día soy uno y de noche soy otro" ¿Han escuchado esa frase de esa película? Lo mismo es para mí, tengo que guardar las apariencias y evitar pisar en falso.
Dentro de la escuela tenemos que disimular una relación decente entre educador y alumno, pero cuando estamos fuera de aquí las cosas cambian.
—Nadie debe saber de esto, si no estaremos en graves problemas — me hizo prometer aquella vez.
Si alguien se entera de lo nuestro estamos jodidos, concuerdo.
No soy bueno con los sentimientos de los chicos, si hubiera tenido un hermano mayor sería útil, pero no sé lo que siente Minho por mi.
—¿Como te la pasaste hoy? — el me desconcierta de mis pensamientos — Te compré algunos dulces espero que te gusten — me dijo entegandome un paquete de gomitas y otros dulces pequeños.
Algunos detalles como estos son algo salvable de esta relación y eso me gusta.
Aunque los dos buscamos un beneficio del otro, el quiere a alguien para pasar el rato y yo necesito buenas notas.
—¿A donde vamos? — le pregunté mientras se preparaba para conducir.
—Queria llevarte con mi madre, está ansiosa de conocer "al chico de mis sueños"
Abrí los ojos y tragué en seco — ¿T-Tu madre?
—Descubrió la presencia de otro chico en mi departamento, no sé cómo lo hizo si tú no dejas nada, pero acertó.
Realmente si deje algo, en una ocasión me olvide uno de mis anillos en su habitación.
—Veo tu cara de preocupación, así que no iremos hoy.
¿Soy tan evidente?
—El otro día vi que traías contigo una chaqueta algo vieja y déjame decirte que un vagabundo trae mejor ropa.
—¡Oye! — protesto dándole golpes en su hombro.
—Asi que decidí comprarte una nueva, tú eres realmente bonito pero te ves opacado con las cosas viejas.
No quiero darle la contra, es verdad lo que dice ya que esa chaqueta la encontré en los grandes almacenes y en descuento.
Él no tiene problema con lo del dinero, me apena esto pero dice que no hay problema y me lleva a una tienda exclusiva, esas donde entran niños fresas con la tarjeta de papi.
—¿Tienes algún color favorito? — dice pasando por todos los percheros.
—Me gusta el fiusha — limito a decirle al ver la cantidad de ropa en este lugar.
Mi mirada ya no se centra en la ropa, ahora me fijo en un chico que debería tener mi edad hasta podría decir que es incluso más pequeño.
Parece un ángel, con ese cabello suelto rubio y su piel blanca que parece tan suave y su cuerpo bien proporcionado. ¡Ni hablar de sus grandes ojos y esas hermosas pequitas que adornan su bello rostro!
Dios tiene a sus favoritos.
—Tenemos que irnos de aquí — me susurra Minho mientras contemplo al extraño como si de un dios se tratase.
—¿Por qué?
—Esa bestia angelical es mi hermano menor y si nos ve tratará de saber cada cosa de ti y le contara a mamá.
Sus intenciones fueron tardías ya que él se dio cuenta — ¡Minho! ¿Que haces por aquí? ¿Estás en una cita? ¿Es tu novio? ¿Mamá lo conoce? Oye Miiiiiiiin.
Jala de mi brazo bruscamente y me obliga a correr con él.
—Felix tengo tantas ganas de hablar contigo pero créeme que ahora no puedo, no le cuentes nada a mamaaa
—Un placer, perdonn — le grito disculpándome.
Felix se queda sorprendido ante nuestra reacción y se queda estático en el mismo punto.
Poco a poco voy descubriendo más cosas de Minho y no me estoy dando cuenta.
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