La elegante casa de Alan estaba bañada por un delicioso aroma a vainilla mezclado con un sutil toque a lavanda que desprendían las velas aromáticas que el menor se había encargado de desparramar por la amplia sala. La blanca mesa del comedor, antes decorada por un frutero, en ese momento sostenía una vajilla de porcelana que Jeff había elegido de entre la enorme colección que el mayor albergaba.
Un típico plato italiano, que ambos habían probado en el restaurante favorito del mayor, iba a ser la cena de aquella noche. Jeff, quien había pasado horas intentando que todo quedara a la perfección para sorprender a Alan, se había encargado de toda la preparación, ya que hoy se cumplía el primer año desde que inició su relación con aquel agradable tío que supo ganarse su difícil corazón.
Jeff había pedido el día en el taller y con la ayuda de su hermano mayor pudieron tener todo listo para la hora en la que Alan volviera a casa. Charlie había abandonado aquel hogar hacia un largo rato brindándole a Jeff el tiempo necesario para que este pueda arreglarse para su amado.
Cerca de las 19 horas Jeff dejó la planta alta de su hogar para dirigirse al living, donde esperaría la llegada de su novio para después guiarlo por el lugar hacia donde tendría su velada.
Los minutos comenzaron a pasar lentos, generando que el menor mirara constantemente el reloj ubicado sobre la pared enfrente suyo. Jeff comenzaba a preocuparse con el pasar del tiempo, en cualquier otro momento Alan ya estaría en casa, hubiera ingresado por la puerta principal sin hacer ruido en busca de su pequeño novio, dejaría un pequeño beso sobre sus labios y después cenarían juntos, situación que justo ahora veía demasiado lejos de que sucediera.
Jeff tomó el teléfono celular entre sus manos cuando el reloj marcaba las 19:30 horas. Con rápidos movimientos comenzó a llamar a su mayor, quien rechazo todas y cada una de las cuatro llamadas que el menor había dejado.
Phi Alan: No puedo hablar ahora nong, estoy con Way que me necesita. Llego tarde a casa.
Enviado 19:42 pm
Jeff soltó un suspiro incrédulo al leer aquel mensaje, no podía entender como el mayor había olvidado su aniversario, cuando era él mismo quien estuvo durante semanas recordando que faltaba poco tiempo para que cumplieran un año de relación. El menor no quería ser egoísta, verdaderamente no, pero creía que el problema de Way podía esperar para otro momento.
Aún con el celular entre sus manos y el chat abierto, se cuestionó en volver a escribir un mensaje para Alan, cuando el "en línea" desapareció se dio cuenta que era algo innecesario de hacer.
Con un sabor amargo en la boca bloqueo su celular mientras volvía a ponerse de pie, la cálida sala se había convertido en un iglú a su alrededor. Con ojos llorosos y pasos rápidos comenzó a apagar una a una las velas que había usado como decoración mientras tomaba el camino hacia la gran habitación que compartía con el mayor.
Con su mano derecha volvió a desbloquear el celular, presionando el nombre de Charlie en una nueva llamada telefónica, mientras que su mano izquierda tomaba un pequeño bolso y lo llenaba con sus pertenencia esenciales.
- Jeff, ¿Pasó algo? ¿No estás cenando con Phi Alan? - las preguntas llegaron rápidamente de la voz al otro lado de la línea
- Phi - la voz de Jeff salió lastimada - ¿Puedo quedarme esta noche con vos? - un pequeño sollozo abandono sus labios y todo el dolor que estaba reteniendo salió a la luz.
- Ya voy a buscarte Jeff - contesto rápidamente el mayor
- No, no hace falta, enseguida voy para allá, gracias - contestó dulcemente
