⸂⸂ -Catnap ama la noche, ama apreciar la tranquilidad, el silencio y a sus amigos dormir profundamente. Tan sumergido en su mundo estaba, que no se da cuenta cuando las gotas del cielo empiezan a caer.
La lluvia al ser un obstáculo para regresar a s...
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En medio de la noche se escuchaban unas risas tétricas, provenientes de la casa del líder de los Smiling Critters.
Y después hubo silencio.
Por dentro de la casa el único integrante del grupo despierto era una gato morado, el cual tenía una sonrisa estando sentado en el sillón, junto con el líder de su grupo de amigos, el cual permanecia dormido al igual que los demás integrantes del grupo, todos menos el.
Veía a su grupo en posiciones raras e incómodas durmiendo.
Todo estaba en silencio.
Él amaba la tranquilidad y el silencio de la noche.
Pudo notar los rayos de la bella luna reflejándose por la ventana, siendo una intrusa pues su luz llegó a posarse por las caras de los que estaban durmiendo, Catnap aún sentado en el sillón apoyó su cabeza en el respaldo admirando la belleza natural de la luna.
Y después volteando a ver la tranquilidad de sus amigos mientras dormían y admirando la respiración tranquila de estos, disfrutando el momento, un momento muy raro a ojos de cualquiera.
Pasó el tiempo, gotas aparecieron para inundar la noche, gotas que se convirtieron en lluvia y lluvia que el gato no noto al estar su mente en otro mundo, fue un largo tiempo admirando los cuerpos inertes de sus compañeros hasta que decidió que era momento de irse a su hogar, paso por cada uno de sus compañeros para acomodarlos en mejores posiciones para dormir, sabía perfectamente que estaban en un profundo sueño y nada los podía despertar.
Trato a cada uno de sus compañeros empezando de Bobby, la cual al acercarse y tocarla escucho un gruñido que decidió ignorar, para al final terminar con Dogday, con el cual todo ese tiempo había compartido un momento a su lado en aquel sillón.
Al igual que los demás lo acomodo de mejor forma en el sillón, acostandolo y apoyando su cabeza en una almohada, este sonrío de forma inconsciente y ante la reacción se detuvo un momento antes de actuar, Catnap se limitó a acariciarlo un momento, notando como la sonrisa del can crecía, su cola se movía y gracias a la luz de la luna noto un sonrojo en sus mejillas, aún notando todo esto y sabiendo que estaba despierto se limitó a ignorarlo y parar con las caricias, mirándolo un momento notando que su expresión no cambiaba.
Puso la alarma a la hora recomendada para que sus compañeros puedan despertar y se dirigió a la salida, pero cuando agarro la perilla de la puerta escuchó como lo llamaban, era obvio quien era.
—¿Catnap? ¿A dónde vas?— Era el sol de los Smiling Critters, le hablo somnoliento luchando entre continuar con su sueño o quedarse despierto, Catnap se detuvo un momento, no lo volteo a ver, pero sabía que estaba sentado en el sillón con la manta tapando sus pies y probablemente con una carita de cachorro deprimido.
