¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
1993, Palermo
Estaba con mi hermanita Mini y con mi hermanito Toto guardando las cosas en las valijas, mochilas y cajas. Nuestros padres se iban a ir a trabajar al exterior por un par de años, el trabajo no dejaba que nosotras dos vayamos entonces nos íbamos a ir a Ciudadela a vivir con mi abuela.
Subimos todas nuestras cosas al auto y vino un camión de mudanzas para llevar las cosas pesadas que el auto no podía trasladar. Ya en camino a lo de la abuela con mi hermana nos estábamos despidiendo del barrio, creíamos que nunca más íbamos a tocar Palermo por la situación económica de mi abuela.
Al llegar a lo de la abuela bajamos del auto directo a saludarla, el camión de mudanzas nos siguió ya que tenía miedo de entrar a este barrio. La pinta del barrio no era linda, no solíamos venir mi abuela iba a casa. Ayudamos a mis papás a bajar las cosas del auto y fuimos a dejarlas en las habitaciones.
Al ya bajar todo mis papás le pagaron al camión de mudanzas y el camión se fue. Me despedí de mi mamá con un abrazo fuerte y mismo con mi papá, al ellos subirse al auto rompí en llanto, me dolía separarme de mis padres, pero sabía que era por bien.
Pasaron los días y yo ya me iba acomplejando al barrio, muchos me trataban de chetita, pero los ignoraba no me importaba lo que decían los demás. Las clases eran difíciles, pero no en la parte del estudio si no congeniar con los demás. Tenía solo una amiga llamada Mariela, las demás me miraban mal por tener Plata.
Después en la parte de amigos varones no tenía excepto por un chico con el que me llevaba bien, pero no llegábamos a ser amigos. Aunque terminamos siendo amigos por la relación de mi abuela con su familia. Este chico llamada Carlos tenía un amigo Danilo, más conocido como el uruguayo. Ese negro de mierda me vivía jodiendo, no me lo bancaba más era insoportable.
Por otro lado mi hermana y mi hermano si tenían amigos/as y si para su edad es más fácil, no piensan en esas boludeces como los pibes de mi edad. Me caían todos mal eran insoportables, aunque algunos safaban. Había uno re degenerado llamado Hernan ese pibe era un rompe huevos, no me dejaba de molestar con estar con el, que era muy linda, etc.
Pero para mi vida en El Fuerte apache fue un gran comienzo con lo que tenía imaginado del trato de los demás.
