⚠︎𝑺𝒆𝒓𝒑𝒆𝒏𝒕𝒔·𝑲𝒐𝒐𝒌𝑻𝒂𝒆⚠︎

Two

El centro de una glamurosa ciudad de Paris se encontraba repleto de gente caminando de un lado a otro, ansiosos debido al arduo trabajo que debían cumplir. Además, hoy muchos sufrían el doble debido al calor insoportable que emitía el sol en el despejado cielo azul, no podía pasar algo peor.

Bueno, excepto para quien trabajara en "Kim Entreprises", como Taehyung.

Taehyung se había levantado esa mañana con la peor de las suertes; su reloj se había quedado sin batería, fue su colega Hoseok quien lo despertó al llamarlo para preguntarle donde demonios se encontraba. Se levanto corriendo, no desayuno y llego a las 09:30 am. Vergonzosamente tarde para alguien estricto como él. Después tuvo tres distintas reuniones con distintas empresas con las que había creado más distintas colaboraciones, una de ellas se extendió mucho más de lo planeado cuando uno de los ejecutivos tiro accidentalmente su café sobre los papeles que él debía firmar. El hombre se disculpó torpemente por más de cinco minutos en vez de ir e imprimir los papeles otra vez, estuvo muy a punto de perder la paciencia y gritarle que dejara de balbucear y fuera imprimir una maldita copia.

Ahora estaba en su cómoda, solitaria y silenciosa oficina revisando las ganancias de los últimos meses. Una de sus dos secretarias personales se encontraba frente a él con las manos frente a ella y la espalda recta, mostraba un porte elegante y profesional.

-Las ventas subieron un 4,18% el último mes, felicidades señorito Kim.

¿" Felicidades"?

-No veo el por qué alegrarse, Camille. -Dejo los papeles y con su característica elegancia se levantó empezando a pasearse por la habitación- Este mes hemos perdido más de mil telas de la forma más ridícula y humillante posible, todo por la mala supervisión de aquellos empleados salidos de la más decadente universidad que existe en este país. -Termino frente a frente a ella, intimidándola con sus rasgados y peculiares ojos verdes- Empleados que fueron estudiados y adiestrados por ti en persona, Camille.

Camille abrió la boca sin saber que decir, se sentía avergonzada e intimidada. No había enojo, no había decepción, ni siquiera desprecio, la mirada de su jefe estaba completamente vacía y el no saber si pedir perdón o quedarse callada le ponía de los nervios de forma humillante.

Al ver que no tenía intenciones de decir palabra, Taehyung alzo una ceja con disconformidad.

-¿No piensas decir nada? -Su mandíbula se apretó al ver que ni siquiera se dignó a mirarlo. Suspiro resignado y volvió a su asiento, era inútil hablar con alguien que ni siquiera le dirigía la mirada- Es todo, retírate.

Camille asintió y dio una pequeña reverencia, cuando estuvo por cerrar la puerta la detuvo.

-Tráeme un cappuccino y encárgate de despedir a todo el sector A6 y A8, dile a Rose que se encargue de las entrevistas.

Ella asintió y cerró la puerta, pudiendo respirar al fin de forma correcta, se tomó unos segundos para calmarse y empezó a ejecutar lo que su jefe le había ordenado.

Mientras tanto, Taehyung miraba con cansancio las letras y números en su computador, últimamente había tenido más trabajo que el usual debido a que sus abuelos habían viajado para celebrar su aniversario en Japón. Le habían ofrecido acompañarlos, pero dejar a Yoongi y a Hoseok con todo el trabajo no le parecía justo.

-Oh Dios son las tres de la tarde -Abrió los ojos con sorpresa viendo la hora, no debería haberle pedido ese cappuccino a Camille-

Se levanto tomando sus cosas y salió de su oficina, volteando hacia Camille al pasar frente a su escritorio.

-Disculpa Camille, olvida el cappuccino, iré a almorzar -Dio unos cuantos pasos y volvió a voltear- Tomate 15 minutos para almorzar, luego vuelve al trabajo.