Reste à mes côtés [Charlos] One Shot

CAPITULO I

La relación entre ambos se había deteriorado, él lo sabía, era consciente de ello. Charles se había sobrepasado un poco, pero tenía miedo, miedo de perder a su alfa. Tanto, que los pensamientos intrusivos y los celos constantes lo habían orillado a hacer cosas de las que no se sentía orgulloso.

Cosas como seguir a su esposo, revisar su celular de forma constante e incluso pelear con los amigos omegas de este.
Carlos quería comprender la mente de su esposo, quería justificar de algún modo su comportamiento, pero él nunca le había dado motivos para que dudara de su lealtad. La gota que derramó el vaso fue ver a su esposo agredir a una omega que simplemente le estaba pidiendo indicaciones.
Su noviazgo y los primeros meses de matrimonio habían sido maravillosos, por eso no comprendía por qué, de un momento a otro, Charles había cambiado tanto.

¿Por qué ahora ni siquiera podía verse con sus amigos de años sin que Charlie armara una escena y empezara una discusión con él?
Pero eso era todo. Carlos ya no soportaba vivir de esa manera. Amaba mucho a Charles, pero esto lo estaba lastimando. Se sentía atrapado, se sentía encadenado. Ya no quería llegar a su hogar y encontrarse con el omega solo para volver a discutir por sus celos enfermizos.

Carlos había tomado una decisión. Había sido difícil, pero él pensaba que era lo mejor.
Había estado investigando todo antes de hablar con su pareja. Sabía que a Charles no le iba a agradar en lo más mínimo su decisión, pero también sabía que ambos estarían mejor así. A pesar de estar casados, aún no estaban enlazados, y eso facilitaría un poco las cosas.

Esperó pacientemente a que el monegasco llegara de las compras para hablar con él.
—Charles, ¿podemos hablar? —preguntó con cautela al verlo entrar.
—Claro, mon amour, pero primero ayúdame a organizar todo esto —el omega señaló las bolsas con víveres que había comprado.
—Oh, claro. —Rápidamente, el alfa se acercó a ayudar y ambos se dirigieron a la cocina.

Ordenaban las cosas y charlaban de temas al azar, en una convivencia que hacía mucho no tenían.
—Charles, creo que es mejor que nos divorciemos —soltó el alfa de repente.

Charles se sorprendió. Jamás habría pensado que Carlos tomaría esa decisión. Necesitaba pensar rápido.
Trató de mantener la calma y volteó a verlo.
—¿Es eso lo que tú realmente quieres? —preguntó en calma.

Carlos se sorprendió por la reacción de su esposo, pero no iba a ceder. Ya había tomado la decisión.
—Así es. Medité bastante antes de hablar contigo. Me conoces y sabes que no haría algo precipitado. No quiero que terminemos mal. Te amo demasiado y no quiero hacerte daño, pero en los últimos meses lo único que hacemos es pelear y eso nos está alejando.

Charles se quedó muy quieto por unos minutos, tal vez pensando en sus palabras. Carlos no podía saberlo con certeza.
Finalmente, Charles habló:
—Está bien, Carlos. Si eso es lo que quieres, respeto tu decisión.

Pero no era verdad.

En su mente, Charles jamás dejaría que aquello ocurriera. Carlos era suyo, y nada ni nadie lo alejaría de su lado. Esos minutos de silencio le sirvieron para tomar una decisión. Conocía a Carlos perfectamente, sabía que aún lo amaba, pero también sabía que era terco y se iría... a menos que algo lo retuviera. Como un bebé.

Charles quería sonreír. Carlos no podría huir, y aunque quisiera, no lo haría. Su familia era extremadamente tradicional y sabía que ellos jamás verían con buenos ojos que Carlos dejara a su esposo embarazado.

Carlos lo observó durante unos minutos, procesando sus palabras, antes de lanzarle una mirada cargada de duda.
Charles lo notó. Sabía que Carlos estaba intrigado por su reacción, así que decidió hablar de nuevo.