Bien, Sana estaba segura de que se iba a arrepentir de lo que estaba por hacer, pero ya daba igual.
En su universidad había un pasillo algo "escondido" por así decir, ya que pocos pasaban por ahí.
Pero la cosa es que Sana no sabía cómo ella había acabado ahí, con Tzuyu acorralándola contra la pared y con sus caras muy, pero muuuuy cerca.
Quería salir corriendo, pero su cuerpo no ayudaba, estaba pasmada mirando de cerca la belleza de la chica de linda sonrisa.
Unos minutos pasaron y la distancia se hacía cada vez menos, ambas se tomaban el tiempo de apreciar el cómo era la otra, sus facciones, expresiones.
Tzuyu sin pensarlo hablo, haciendo que su aliento chocara con los labios de Sana.
"¿Te puedo besar?"
Sana sintió como sus mejillas se calentaban y cuando por fin susurro un "si" se sintió muy avergonzada así que bajo su cabeza esperando el beso.
Tzuyu no estaba sorda, había escuchado la afirmación de la linda chica frente a ella pero realmente necesitaba volver a escuchar como esta aceptaba un beso de su parte.
El "¿uhm?" en forma de pregunta no tardo en escucharse y Sana levanto la mirada muy roja, sintiéndose aún más avergonzada.
"Sí Tzuyu, puedes besarme" dijo Sana con su tono más alto para que esta vez su respuesta si fuera escuchada.
Tzuyu felizmente tomo la delgada cintura de Sana entre sus manos y atrajo a la atractiva chica de cabello largo hacia ella.
Dios, Tzuyu había soñado con ese momento tantas veces, por fin lo iba a hacer.
Ambas cerraron sus ojos y se acercaron lentamente, les daba igual si no llegaban a sus clases, ya no importaba.
Finalmente sus labios hicieron presión contra los de la otra, era un beso tierno y suave, no tenían la necesidad de apurarse, solo disfrutaban el momento.
Cuando finalmente ambas se separaron se miraron a los ojos detenidamente y sin pensarlo Tzuyu ataco los labios de Sana nuevamente.
Quizá se iban a llevar un buen rato ahí...
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