La desesperación puede hacerte cometer varias estupideces. En mi caso me hizo cometer la mayor traición a la mujer que hasta ahora me doy cuenta que amo.
-Esa chica puede ser tu única oportunidad para salir de esta terrible situación Henry- mire a m...
El viaje en auto hasta el aeropuerto fue más corto de lo que recordaba aunque era entendible ya que me la pase todo el camino peleando con migo misma.
En el aeropuerto había poca gente por que eran las cinco de la mañana y para mi era la mejor hora para viajar, hacia mucho frío en Londres y lo extrañaría durante la semana que estaré en Mónaco Cuando subí al Jet completamente sola por fin pude darme el lujo de llorar a gusto, quería dormir pero me era imposible. Una vez que empiezo a llorar me cuesta demasiado parar aunque jamás lo hago al frente de nadie por lo vulnerable y sensible que me pongo, ese es mi gran y oscuro secreto.
Agradecía que el vuelo era de casi cinco horas y media así que pude desahogarme todo lo que tenía retenido dentro de mí.
La diferencia de horarios no me impacto demasiado ya que solo era una, el sol estaba saliendo y antes de que aterrizaramos me cambie mi pesada ropa a un vestido cómodo y lindo que no estoy acostumbrada a usar pero se que aquí nadie me reconocería y no importaba que usará algo que me hiciera lucir como algo a lo que no estoy acostumbrada
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Me puse el vestido que me había comprado discretamente de todo el mundo junto a unos lindos tacones blancos que me hacían ver mucho más alta de lo que ya era
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Me mire en el espejo sin poder creer que esa era yo, jamás me había vestido tan... ni siquiera se que palabra usar pero me gusta aunque no podría usarlo siempre que quisiera, mi estilo nadie me lo quitaría
Baje del Jet y me puse unas gafas de sol al sentir los cálidos rayos de sol en mi piel, el capitán quiso disimular su asombro ante mí vestimenta pero le fue casi imposible no detallarme de pies a cabeza, le estreche la mano agradeciéndole y me fui a tomar un taxi ansiosa de llegar al hotel para comer algo y alejarme del sol
En el hotel
-buenos días, tengo una reservación a nombre de Miroslava Maslennikov-
-oh señorita Maslennikov, por supuesto. La suite la espera, aquí tiene su llave y si necesita algo puede comunicarse con recepción a cualquier hora- la amable recepcionista me hizo entrega de mi tarjeta y yo asentí con un simple "gracias" para subir a la habitación con el botones que llevaba mi poco equipaje detrás mío
