Love is not an equation [B.I of iKON]

Hola Seoul.

Tuve que dejar todo de mi mismo, para ir por un camino extraordinario...

El "Esta bien, esta bien" de Jolly V sonaba en mis auriculares; faltaba poco para que el avión en el que me encontraba llegara a su destino: la ciudad de Seoul.

Cerré mis ojos por un momento y justo cuando termino la canción mi nuevo destino estaba frente a mis ojos. El avión había aterrizado en el aeropuerto de Incheon a las 2:30 pm. 

Todos los pasajeros bajamos del avión para entrar al aeropuerto e ir en busca de nuestros familiares, y fue entonces cuando me di cuenta de que después de varios años de no ver a mi primo, no sabia como lucia actualmente; paré en seco y voltee a todos lados en busca de una señal que me llevara con Mino.

A lo lejos logre ver un cartel exageradamente decorado con dibujos hechos con marcadores y mi nombre en el remarcado con muchos colores. Definitivamente el estilo de Mino.

Corrí hasta el cartel hasta llegar a ver a mi primo. Claramente era el, tenia el mismo rostro de cuando era pequeño pero ahora era muchísimo mas alto y la ropa que usaba era diferente también.

Al verme bajo el cartel que sostenía en sus manos y se aproximo hasta mi para recibirme con los brazos abiertos.

-No puedo creerlo.- decía mientras me abrazaba tan fuerte que estaba apunto de quedarme sin oxigeno. -¿Realmente eres tú?- Se alejo de mi tomándome por los hombros y examinándome de pies a cabeza.

-¿Quien mas tonto?- le dije con una gran sonrisa.

-Vaya, si que eres tu.- termino de despeinar mi cabello el cual ya estaba suficientemente despeinado.-Es solo que... ¡wow! Te vez... muy... diferente.- dijo mientras tomaba mis maletas.

Comenzamos a caminar rumbo a la salida del aeropuerto y mientras caminábamos Mino y yo platicábamos sobre mi viaje.

Llegamos a la parte frontal del aeropuerto y Mino me dirigió a uno de los muchos carros estacionados. No se mucho sobre carros, pero definitivamente ese era un auto asombroso, no me imagino lo que Mino pagó por eso.

-¿Eso es tuyo?- pregunte totalmente asombrada por el auto frente a mi.

-¿No es hermoso?- dijo presumiendome su auto. Solo asentí.

Subimos a su auto para dirigirnos al departamento de Mino.

-Por cierto, te tengo una sorpresa.- dijo muy sonriente mientras se concentraba en el camino.

-¿Que sorpresa?- pregunte mientras observaba por la ventanilla del auto.

-Ya lo veraz.- dijo con una sonrisa en su rostro. -¿Como están Chan y Su?- pregunto volteandome a ver por unos instantes.

-Muy bien, siguen escribiendo canciones geniales.- dije sonriendo.

-¿Y tu?-

-¿Yo?- pregunte viendo en su dirección mientras el se concentraba en manejar.

-¿Aun escribes esos increíbles raps?-

-Uhm.. algo así- respondí recargándome en el asiento.

-¿Algo así?- Nos detuvimos en un semáforo y Mino se giro hacia mi.

-Estuve ocupada con la escuela y el viaje, así que deje de escribir por meses. Creo que perdí algo de practica.- dije con una mueca.

-Pues ahora me tienes a mi, yo te enseñare.-dijo poniéndose los lentes de sol que colgaban de una de las bolsas de su pantalón.

-Por favor, no eres tan bueno.- dije riendo solo para molestarlo.

-¿Disculpa?- bajo un poco sus lentes para verme de una manera arrogante obviamente fingida. -Cuando lleguemos a casa te mostrare lo que los chicos y yo hemos hecho y cambiaras de opinión.- acomodo sus lentes y ambos reímos.

Pocos minutos después llegamos a unos elegantes departamentos cerca del centro de Seoul. El edificio era gigantesco, podría jurar que gente muy adinerada vivía ahí.

Bajamos las maletas del auto y subimos a uno de los últimos pisos del edificio. Cerca de una de las puertas de los departamentos se podían escuchar las voces de muchos chicos y Mino volteo a verme.

-Lo siento, es imposible que los chicos estén en calma.- Sacó la llave del bolsillo de su pantalón y abrió la puerta de su departamento dejando frente a mi vista a cuatro chicos en un sofá jugando videojuegos.

Todos dirigieron su mirada hacia mi en un estado de shock. 

-Chicos, ella es mi prima Jinhan. -  Mino fue quien rompió el silencio presentándome frente a los que supuse eran sus amigos. 

-Hola- dije en voz algo baja y levantando mi mano como saludo. 

Uno a uno se levantaron del sillon y se pusieron frente a mi. 

-Hola- dijo un chico de cabello negro, ojos cafés y unos llamativos y carnosos labios. 

¿Pero en que rayos estoy pensando? 

-Mi nombre es Seungyoon. - dijo regalandome una sonrisa a lo que yo respondí con una mueca algo parecida a una sonrisa. 

-Hola, yo soy Seunghoon y este chico es Jinwoo. - Ambos eran opuestos; mientras que uno de ellos tenia unos ojos muy pequeños, el otro tenía unos ojos demasiado grandes en comparación. Me sería fácil reconocerlos. 

-Ah, no están todos, pero a ellos los conocerás más tarde. - Mino tomo las maletas y se puso frente a mi emprendiendo su camino al interior del departamento. -Ahora ven, te mostraré tu habitación. - 

Hice una pequeña reverencia a como despedida a los chicos y seguí a Mino. 

Nos dirigimos a una de las puertas del departamento y Mino entro en ella dejándome ver una bella habitación blanca con una cama en el centro, un gran guardarropa y un escritorio con un librero a su lado. Wow. 

-Esta será tu habitación. - Mino puso mis maletas en el suelo y sin dejarme decir algo, continuó. -Me llevaré a los chicos y regresare para comer algo ¿ok?, mientras puedes instalarte y buscar algo lindo para ponerte, saldremos en la noche. -  dijo guiñando un ojo. 

-¿A donde ire... ? -  pregunté. 

-Te lo diré cuando regrese. - Antes de que pudiera decir algo mas, Mino se despidió de mi y salió de mi nueva habitación para después salir del departamento. 

Odio que me dejen hablando sola. 

Sin más que hacer, empecé a sacar las cosas de mi equipaje y, como dijo Mino, busque algo que usar. 

Después de alrededor de una hora Mino llego con varias bolsas con cajas de comida. 

Comimos juntos e intente averiguar a donde era que iríamos pero Mino solo me respondía diciendo "Es una sorpresa". Así que me di por vencida y regrese a mi habitación a cambiarme al darme cuenta de que ya eran las cuatro de la tarde y aun tenía que arreglar mi ropa y tomar una larga ducha después del tan cansado vuelo.