Los días habían pasado desde la llegada de la emperatriz pirata, había estado casi todo el tiempo metiendo sus narices en el Sunny con el objetivo de ver todos los días el rostro de su querido Luffy. Nami sentía celos, era normal sentirlo viendo como una chica viene a quitarte lo que es tuyo, en concreto a su amado capitán, Luffy era muy inocente de todas formas no tenía esa capacidad para razonar como Usopp o Zoro, simplemente era Luffy.
Una noche Luffy fue a darse un baño, llevaba días sin bañarse y el olor comenzaba a ser fatal para muchas personas en el navío, Hancock supo de aquello adelantándose a las acciones de Luffy para encontrarlo en el baño junto a ella y tratar de provocarle algún sentimiento hacia ella.
— ¡Luffy! No sabía que vendrías al baño ¿Querías tener una ducha conmigo acaso? — Comentó ruborizada mientras llevaba sus palmas a sus mejillas, deseaba ver ese cuerpo atlético del más bajo.
— Oh Hambock, no sabía que estarías aquí, cuando termines me avisas. — Se dio media vuelta y procedió a dirigirse hacia la puerta, le había ignorado totalmente.
— ¡Espera, Luffy! Ven a las aguas conmigo, están a una temperatura adecuada. — Balbuceaba mientras se levantaba de aquellas aguas dejando ver todos los atributos que tenía para dar, aunque el azabache no estaba interesado en lo absoluto.
— Yo me sé bañar solo, pero apresúrate que huelo bastante mal. — Terminó de salir de aquel lugar, se rascaba su cabeza afuera del baño esperando su turno, en el pasillo se encontró a Nami con una actitud un tanto enojada al verle aún de esa manera.
— ¡Luffy! ¿¡No te has bañado aún!? — Le regañó, no dudo en darle un fuerte puñetazo en su cabeza para enseñarle a qué siempre debe de seguir su palabra, luego dejó salir un leve suspiro para observarlo quejarse de ello.
— ¡Demonios! ¡Eso iba a hacer! Hambock está en el baño, estoy esperando que salga. — Contestó adolorido mientras aún se sobaba su cabeza, no tenía la culpa de que la mujer planeara cosas tan perversas y que él fuese el protagonista principal en esa historia que se inventaba todos los días.
— ¿¡Hancock!? — Preguntó rabiosa, sus venas se marcaban en sus manos con solo pensar en las viles tácticas que tenía para intentar hacer caer a Luffy en sus malvadas manos. — Te vas a dar una ducha conmigo, así que espérame aquí. — Tocó la puerta impaciente, quería hablar directamente con la mujer que le provocaba tantos dolores de cabeza últimamente.
— ¿Quién demonios toca así la puerta? — Abrió enojada, acababa de terminar de lavarse por completo, aunque su expresión fue de desprecio al ver a la que le había generado competencia, siempre tuvo la ligera sospecha de que ella quería quedarse con el rey pirata. — ¿Qué quieres? Está ocupado.
— No está ocupado, el capitán de este barco exige ahora mismo que se desaloje este baño, necesita una ducha urgente. — Le miró directamente a los ojos, las personas decían que caían bajo el hechizo de la azabache, pero Nami era diferente, solo sentía rabia y un poco de asco hacia la más alta. — Voy a darme una ducha ahora mismo junto a mi capitán ¿No tendrás algún problema con eso, verdad? — Sonrió algo provocativa, quería al menos dejarle con una jaqueca aue no le dejase dormir está noche.
— ¿¡Tú qué!? — Vociferó al escucharlo, no quería que eso sucediera, pero tampoco podía quedar tan expuesta enfrente de su Luffy, además corría el peligro de perder todo el interés del chico hacia ella si llega hacerle algo a la peli naranja. — Tu ganas este round, pero no se te olvide que estamos en una guerra ¡Recuerda que soy ese huracán que arrasa con lo que tengo por delante! Y mi amor, es mucho más que el tuyo, gata ladrona. — Comentó de manera eufórica, solo le regaló otra mirada de esas de pelea para retirarse y despedirse de Luffy tirándole un beso. — ¡Adiós, Luffy-kun!
— ¡Por fin! Puedo quitarme este nefasto olor. — Expresó el chico, se dirigió al baño de inmediato, estaba siendo perseguido en parte por las moscas por el mal olor.
— No tan rápido, Luffy. — Le evitó el pasó, le miró de una manera bastante seria para luego solo sonreír, Luffy había estado a la altura de la situación para lidiar con ese tipos de problemas, Nami había tenido un gran enojo, pero no con él como todos los días, era una prueba de que en verdad Luffy se interesaba por Nami. — Tengo que lavarte ese cabello ¿Juegas en el barro o algo así? ¿Cómo puedes tener un cabello así? — Alzó una de sus cejas confundida ¿Cómo era posible que su cabello se viese tan bien, pero con el horrible olor encima? — ¡Ahora entra a la bañera y no salgas! Voy por la esponja y el jabón. — Habló de manera tajante, recta y decidida en su palabra.
— ¡Claro! Pero sin golpes ¿Vale? — Con un poco de temor fue directo a la bañera a esperar a su pareja, su única pareja.
Nami se dedicó a lavar su cabello y ayudarle a quitar ese mal olor, Luffy demostró ser alguien bastante fiel a su navegante y Hancock a pesar de haber fallado en su plan, se le ocurrieron muchos más planes para hacer caer al chico y no se iba a rendir tan fácil, esto era una guerra por el amor del pobre e inocente sombrero de paja.
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Mi Corazón Late Por Ti ... (Luffy xNami)
FanfictionEra un día normal y corriente en Sunny. Todos hacían lo de siempre,excepto Luffy que esta vez se estaba preguntado que fuera lo primero que haría cuando fuera el rey pirata. Penso si estaría solo y en eso pasa Nami por su lado y en eso Luffy se sent...