La Batalla de Creta

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Las palabras fueron dibujadas como arcanos mayores;
Uno tras de otro dando consejos de lo que estaba pasando;
En cursiva, tratando de saborear el dulce de una decisión asertiva.

Caí en las enredaderas de una historia que, pobre inicio tenia y en gran final desenlazó.
Cuando creí que el mensaje fue tomado de buena manera,
Supuse que podía despedirme sin miedo
a ser atacado por la espalda;
Creyente estupido de la bondad del hombre,
Deseoso de que todos actuen de la mejor forma cuando se dice adios.

Y mis miedos quedaron sobre la mesa, como dices, en la que un día te di de comer,
Atrapaste mis más grandes pesadillas,
las hiciste parte de tu prosa gastada,
Parte de tus coros desperdiciados,
Silabas sin universalidad en la realidad.

Que tonto, pobre, falso poeta:
Te fuiste creyendo qué hacias el bien:
Rasgando las cadenas de egoísmo,
Huyendo de un laberinto sin salida:
Escapando del minotauro de creta,
Ese que desprendia las cabezas de pobres soldados que trataban de llegar al final del camino.
Escabullendose las madrugadas infinitas
Aquel día en la inimaginable batalla de creta.

Me diste el puñal con el cual heriste mi confianza,
La herramienta con la que podía hacerte el mismo daño,
No recuerdo ni cuando fue el primer beso,
Ni los miedos que te acechaban la cabeza:
Te jugó a favor mi desconcierto,
No pude desnudarte frente a la multitud,
Tal y como tu lo hiciste.

Que estúpido, pobre soñador,
Como todo en la vida:
Puse mi fé en lo que no podía controlar,
¿Que resultó?
Una lista de cosas que no volvería a recordar;
Tan cruel como el hacer arte del dolor de otros,
algo que nunca pudiste lograr con lo monótono de tu vida.

Que egoista de mi parte haber tratado de ser sincero
con un desconocido que se enorgullece por haberme visto llorar;
¿No sabías? hubieron primeros que me hicieron sentir lo que
ni lograste hacerme soñar.

Ahora vamos por el mismo sendero
ese que nunca conectó tu fantasia con lo cruel del mundo.
Espero aprendas a no quedarte con solo el sabor
de algo que debería satisfacerte
y que busques más allá de lo que siempre estuviste acostumbrado a tener.
Un poquito de esfuerzo
para poder escapar del laberinto,
Un poquito de realidad para poder ganar la batalla de creta.

La Batalla de CretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora