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¿Esto es normal?

Un hermoso día en Starr Park, donde la gente disfrutaba de su día: algunos riendo, otros disfrutando de la comida de los vendedores. Todo parecía perfecto, pero estaban siendo vigilados por un robot enano llamado R-t, quien estaba al tanto de todo lo que ocurría en el parque. Se aseguraba de que todo estuviera en orden, tal como lo deseaba su jefe. Sin embargo, no era el único que conocía la existencia de las cámaras; había otros dos que estaban al tanto de ese lugar secreto.

En la entrada de Starr Park, se encontraban los dos gemelos vendiendo los tickets a los visitantes. Larry, el menor, era muy positivo y disfrutaba de su trabajo, al igual que seguir las reglas al pie de la letra. Siempre atendía con una sonrisa, alegrando a las personas.

Por otro lado, estaba Lawrie, el mayor de los dos. Era todo lo contrario a Larry: nada positivo, siempre serio. Aunque de vez en cuando su hermanito menor lograba sacarle una sonrisa. A pesar de sus diferencias, estos dos hermanos eran inseparables. ¿Qué sorprendente, verdad? A pesar de sus ciertas diferencias, seguían siendo hermanos.

Fueron creados con la intención de mantener el orden en Starr Park. Los creadores se esforzaron por hacerlos lo más parecidos posible a humanos para que la gente se sintiera más cómoda con ellos. En especial a Larry, quien con su dulce sonrisa lograba que las personas se relajaran, y a Lawrie, a quien algunos admiraban por su respeto a las reglas, a pesar de su seriedad y falta de carisma. Aunque era fácil enojarse, era eficiente en su trabajo de arrestar a los rebeldes que desobedecían las reglas. Su hermano menor lo acompañaba para añadir un poco de acción.

- "¡Aquí tiene su ticket! ¡Disfrute su día en Starr Park! Recuerde no causar problemas, ¡o será arrestado!" completaba con una gran sonrisa amigable.

- "No era necesario que dijeras eso," comentó el mayor detrás del menor.

- "Es para que recuerden," respondió, girándose para ver a su hermano con su sonrisa característica.

- "Aja," miró hacia la ventanilla, ya que no soportaba ver esa cara de su hermano, no es que no le gustara, sino que le ponía nervioso.

- "¿Hay algunos delincuentes desobedeciendo las reglas?" preguntó el menor emocionado por la acción.

- "Por ahora no," respondió mayor mientras se apoyaba en una esquina.

- "Oh, ¿qué te parece si jugamos algunos juegos?" se acercó a él, esperando su respuesta.

- "No," respondió fríamente, aunque por dentro se sentía un poco nervioso por el repentino acercamiento de su hermano, tratando de no demostrarlo.

- "Vamos, será solo un ratito, nada más," rogó Larry, quien no quería aburrirse.

- "He dicho que no," reiteró con firmeza.

- "Bien, como quieras," fingió estar ofendido, sabiendo que esa era la debilidad de su hermano, y se sentó en su asiento.

Lawrie, un poco fastidiado, finalmente cedió: "Está bien, jugaremos. ¿Qué quieres jugar?"

Larry se dio la vuelta con su sonrisa de siempre, haciendo que Lawrie se sonrojara ligeramente, aunque no era notable frente al sonriente.

Saca una caja de ajedrez. "Jugaremos al ajedrez, esta vez yo te ganaré" afirmó con determinación y confianza.

- "Eso lo veremos," respondió sin creerle, pero accedió a sentarse a su lado.

Pasaron unos cuantos minutos, Larry mantenía una sonrisa forzada ya que Lawrie le ganó de nuevo. Esta era la quinta vez que perdía a pesar de haber practicado durante días que estuvo libre. No se daría por vencido, debía esforzarse al máximo para ganarle al menos una vez a su hermano, solo una vez, y estaría tan feliz como una lombriz.

- "¡Una ronda más! ¡Esta vez te ganaré!" exclamó mientras acomodaba las figuras de ajedrez para comenzar de nuevo.

- "Das pena, hermanito," comentó Lawrie cruzando los brazos al ver cómo Larry acomodaba las figuras de ajedrez.

El juego continuó, y Lawrie planeaba perder para que su hermano se sintiera orgulloso de sí mismo, ya que lo había visto practicar durante esos días. No le vendría mal perder al menos una vez, además de que ya se estaba cansando de ganarle varias veces.

- "Oh, no perdí." Fingió enojo y tristeza para que su hermano cayera en su broma, y así fue.

- "¿Gané?" El gemelo se sorprendió al ver que le había ganado. "¡Gané! ¡En tu cara, Lawrie!" señaló victorioso con el dedo, burlándose de su éxito.

- "Sí, me ganaste. Por fin," dijo sin mucho interés.

Al ver a su hermano feliz por haberle ganado por primera vez, Lawrie experimentó una sensación extraña al notar la alegría de su hermano. A pesar de no demostrarlo, sentir que la felicidad de Larry le alegraba el día y su actitud aliviaba su amargura resultaba desconcertante. Esta emoción la venía experimentando desde hace varios días, lo que le hacía cuestionarse si algo andaba mal en su sistema, ya que no era habitual sentirse así, especialmente tratándose de su hermano.

- "¡Lawrie, ¿estás sonriendo?!" Larry se sorprendió al ver la sonrisa en el rostro de su hermano nuevamente.

Al darse cuenta de que estaba sonriendo de manera bobalicona frente a su hermano menor, se tapó la sonrisa, sintiéndose avergonzado. No podía soportar esta extraña sensación que le causaba Larry. No sabía cómo su hermano menor lograba hacerle sentir de esa manera, siendo algo totalmente nuevo para él. Sin más remedio, optó por escapar de estas emociones levantándose de su asiento.

- "Quedate aquí, iré a ver si está todo en orden." Su sonrisa desapareció y salió de allí.

- "Espera, Lawrie. Te acompaño." Larry le agarró la mano para detenerlo.

- "¡¿Qué haces?!" Al sentir la mano de Larry agarrándolo, Lawrie se sonrojó, sintiendo de nuevo esa extraña sensación.

- "Vamos, los dos como siempre lo hemos hecho. ¿Pasa algo, Lawrie?" Larry notó que su hermano estaba nervioso.

- "¡No! ¡Te quedas aquí!" respondió Lawrie con una mirada amenazadora, y luego soltó su mano.

Al percibir la extraña actitud de Lawrie, Larry no tuvo más opción que quedarse allí. "Está bien, pero avísame si necesitas mi ayuda."

- "Lo haré." Lawrie se alejó para ir a Starr Park.

Larry volvió a sentarse en su asiento y suspiró. Era la primera vez que su hermano no lo dejaba acompañarlo. Aunque no era extraño recibir miradas de su hermano, estaba acostumbrado a sus actitudes, además de su comportamiento extraño en los últimos días. Quería saber qué le pasaba y por qué estaba actuando de esa manera. Se preguntaba si su optimismo lo estaba alejando de él, ya que eran muy diferentes. Todo lo que le quedaba era esperar su llamada para ir a ayudarlo. Sería un día largo tanto para Lawrie como para Larry.

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Espero que les allá gustado el primer capítulo si tiene apoyo seguiré con esta historia de amor✿
(Posdata: 1095 palabras :0)✨
(No me lanze Hate :'( )

♡ 𝕹𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖔 𝕾𝖊𝖈𝖗𝖊𝖙𝖔 ♡ (𝕷𝖆𝖗𝖗𝖞 𝖝 𝕷𝖆𝖜𝖗𝖎𝖊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora