7 Days - With My Valentín [FyoZai & SigLai]

Día 2 - Relación Secreta [SigLai]

Resumen

"Nikolai visita a Sigma en el trabajo."

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• Sexo Oral
• En la oficina

Me encanto escribir esto jajaja

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E-espera un segundo, Nikolai. -intentaba empujarlo lejos cada vez que el albino volvía a besarlo, pero seguía insistiendo.

-No te preocupes, ¡teniendo mi habilidad no hay ningún problema! -alardeó con una sonrisa arrogante, moviendo su capa en un intento por darle seguridad.

Por supuesto, se supone que Sigma ahora pertenece a la Agencia Armada de Detectives, luchando del lado de la luz por lo que considera correcto. Ya había encontrado su hogar, así que, no debería seguir metiéndose en la cama con alguien de su antigua vida de terrorista como Nikolai Gogol.

Pero le era imposible. Sus besos son su mayor droga, y como un adicto a las sustancias ilegales, a veces tenia momentos de debilidad y no podia evitar tener una recaída. Hay que tenerle paciencia, apenas se está desintoxicando.

Pero, a pesar de sus propios fallos, debía tener algún límite establecido. Algo como, ya saben, no hacerlo en la oficina de la ADA... entonces...

¡¿Por qué lo estaban haciendo en la oficina de la ADA?!

-Al menos espera a que llegue a casa. -Nikolai lo había acorralado en la sala de computadoras, y sus compañeros estaban afuera en la zona de oficinas. Y ya habían apaleado a Dazai ahí muchas veces en el pasado como para saber que no estaba bien insonorizada. Solo agradece que la mayoría de los trabajadores de campo estuviera en alguna misión.

-Solo algo rápido, algo rápido. -Nikolai se alzó un poco sobre sus rodillas, mostrándole a Sigma que aquello que se enterraba en su abdomen mientras lo abrazaba no era su bastón-. Me he estado tocando un montón y solo no baja. Debe ser porque extraño mucho a Sigma.

-Apenas lo hicimos hace 4 días. -se quejó, desviando la mirada-. No podemos seguir haciendo esto.

-Ah, ¿no? -muy descaradamente, Nikolai empujó la cabeza de Sigma hacia su entrepierna. Este cerró los ojos... pero no se alejó-. Algo me dice que no hablas con la verdad.

Sigma acarició un poco la erección del payaso a través del pantalón con una mano, olisqueando ligeramente. 4 días, cuando estaba en la decadencia, generalmente solían hacerlo diario. Varias veces al día de poder ser, así que no era extraño que Gogol considerara estar 4 días separados como una eternidad.

-No deberíamos... -murmuró, aún sin despegar su rostro de la entrepierna de Nikolai, incluso dejando pequeños besitos sobre la tela-. Lo hago solo por ti. Pero solo te dejo u-usar mi boca porque no se si necesitaré caminar más tarde.

-¡Gracias! Me has salvado la vida. -Sigma bajó el cierre de su pantalón, sacando la pieza de trabajo de su ropa interior de un rebote. A veces le daba la impresión de que se estaba poniendo más grande cada vez que lo veía después de un período de sequía. De cualquier forma, el ucraniano tenía una monstruosidad en sus pantalones.

Tomó el miembro con ambas manos, dejando pequeños besos sobre la base y la punta, disfrutando un montón el sabor a sudor en sus labios. pero recordando que iba con prisas, metió la gran cosa en su boca, empujando lo más que podía dentro de su garganta de una vez. Lo cual era mucho.

-Realmente te estás esforzando. -Nikolai suspiró, moviendo sus caderas para ayudar a Sigma en su labor, intensificando la sensación agradable en su falo. Peinó su largo cabello bicolor con sus manos, sujetándolo en una especie de coleta para que no le molestara en su labor-. Tal vez debería venir a tu trabajo más seguido.

-Déjame deshacerme de esta cosa y ya. -murmuró con la voz rasposa cuando tomó un diminuto descanso para respirar.

-Me encantas. -extrañamente, eso le dio más vergüenza al menor que ponerse de lanzaguisantes en horario laboral. Nikolai babeaba a lengua suelta, su piel pálida teñida toda de rojo. Claro que no se había tocado en lo absoluto, solamente quería molestar a Sigma en su nuevo trabajo. Estaba tan sensible que no duraría mucho.

Sintió su vientre contraerse, y con poco aviso, sujetó la cabeza de Sigma desde atrás, empujando su miembro en su boca lo más profundo que se pudiera, apretando su nariz contra su pubis, hasta finalmente derramar cada gota de su semilla en su garganta. Sin contexto, la sola imagen lucía mal, de eso se dio cuenta cuando la puerta de la sala se abrió de sorpresa, mostrando el rostro horrorizado de su compañero.

Sigma, alterado, golpeó a Nikolai para alejarlo de su rostro. Lo último que quería era ser visto de esa manera. Por desgracia, eso solo hizo que la situación se interpretara peor.

-¡¿Sigma-san?! -empujó a Gogol fuera de su vista, mirando horrorizado al chico tigre.

-¡¿A-Atsushi?! -claramente su voz estaba bastante ronca.

-¡Nikolai! -y antes de que el payaso pudiera decir cualquier otra cosa, ya tenía en la cara una marca de zarpazo sangrando por todos lados.

Sigma se tardó bastante en convencer al tigre de que no era lo que parecía.

Adiós secretos.