{SuLay/LayHo} One chance

Capítulo 1: Play

—¡Corte! Es todo por hoy, buen trabajo.

Y era así cuando otro día de grabación había terminado. Algunas personas ven el mundo de las celebridades como algo sencillo y allí estaba Kim JunMyeon, una de las promesas del tal ámbito en la actualidad, logrando que su popularidad rozaran los cielos.

El joven estaba entre los demás del reparto, sonriendo y agradeciendo por cada consejo, por la compañía de tales figuras de renombre y llevando a cabo lo que mejor le salía: Brillar y ser amable con todos los de su alrededor.

Así era y se comportaba JunMyeon, ¿o quizá aquello no era todo lo que lo conformaba?Había nacido en una familia acomodada y llena de modales, un ambiente grato y a la vez estricto a su manera.

En ese hogar se esperaba la grandeza y alguien con una personalidad digna de ser nombrado un Kim, hecho que le llenaba de orgullo a sus padres al verle ahora, triunfando sin importar qué, mas no siempre fue así.

Sus padres eran reconocidos empresarios en sus respectivos rublos, su hermano mayor se dedicaba a la medicina, ¿en dónde entraba un chico fascinado por ser una celebridad? Desencajaba y era sabido, su padre le recalcó por mucho tiempo que se buscará algo más digno de sus capacidades y estatus social, hecho que no bastó para convencerlo y al final les demostró que seguiría sus propio camino y así fue.

Sin embargo no fue fácil, para nada y ese oficio que tanto amaba estaba rodeado de un ambiente turbio, ese que no te mostraban en las cámaras o en el escenario de una teatro, uno que no le tenía compasión a nadie.

Primero inicio con los típicos rumores, las personas que siempre creyeron que obtenía sus papeles con su posición familiar. Que el dinero movía todo y a pesar que podía ser verdad, en su caso no era así y siguió luchando por mostrar cuanto valía y no exactamente un par de billetes.

Fue obteniendo lo deseado escalón por escalón, gracias a su esfuerzo los papeles empezaron a aparecer y la empresa en la que estaba lo respaldaba en su labor, eso le llevó al sitio en el que estaba ahora, consiguiendo papeles protagonistas en películas, dramas, musicales y hasta diversas publicidades como modelo.

Parecía que el mundo estaba a su favor, mas si no cuidas las flores se tu jardín las mismas pueden marchitarse, siendo en ocasiones demasiado tarde cuando te confías lo demasiado o crees que una llovizna se hará cargo de todo.

La sequía comenzó.

Y no era por su carrera, era él.

Lo supo cuando los rumores y comentarios maliciosos dejaron de ser simples palabras que entraban por sus oídos y se perdían en el aire, más aún cuando lo que hacía no llegaba a tener el verdadero éxito esperado y lentamente su interior empezó a quebrarse, cayendo al suelo y teniendo el mismo destino de un delicado cristal.

No entendía la agonía, la desgana, la soledad supuestamente injustificada que empezaba a carcomerlo.

Él no era así, ¿no?

—Tienes síntomas que indican un posible caso de depresión, aunque creemos que hay que ver todo a fondo para poder encontrar un diagnostico más ajustado a tu caso. Debes de venir más, apenas empezaremos a analizarte.

Su trabajo, el arte. Todo eso era su dicha y también su veneno, ese que hizo efecto con tanta lentitud, pero arrasando todo a su paso.

Su imagen de chico alegre, despreocupado y fuerte parecía una actuación más, ¡y no era que no existiera! Pero siempre se había preocupado por otras cosas y creía que se cuidaba, mas parecía que no fue cierto.

El otro "yo" fue apareciendo y esa parte apática, que parecía despreciar el entorno, fue lo que empezó a echar raíces entre las personas de la industria, algo que no tardó en escaparse puertas afuera.

¿Entonces el Kim JunMyeon que "vendió" nunca existió?

¡No podía ser!

¿Era un patán? ¿Eso era lo que tanto susurraban algunos a sus espaldas?

Y ahora estaba enfrente del espejo, simulando una sonrisa y observando a continuación las pastillas que le había recetado su psiquiatra; ya hace unos meses eran sus despreciables compañeras.

Él no estaba enfermo, no se creía uno, no necesitaba de eso.

Quería salir, beber con sus amigos y luego seguir en lo suyo. Aunque actualmente la prensa o fans vivieran detrás de él.

¡Hasta le habían dicho que podía empezar con el canto y le veían un futuro de solista! No había tiempo para esas cosas.

Sin embargo si no estaba estable no contaba, no existía en el mercado artístico y los problemas eran de uno, siquiera a la empresa le resultaba relevante más allá de que no fueras una gran pérdida de dinero.

Él no lo era ni lo iba a hacer, su trabajo se había transformado en algo fundamental en su vida, ¿estaba mal? Aunque recordaba noticias de otras celebridades y allí era cuando su suelo temblaba.

—Estás tan obsesionado con tu trabajo.

—Hey, para nada, solamente lo amo demasiado.

—¿Sabes que necesitas amar?

—¿Qué?

—A una mujer —las risas se hicieron presentes y él rodó los ojos, lo que esperaba de una conversación de ebrios—. ¿Acaso no hay una actriz o modelo guapa por ahí? Vamos, eres famoso ahora, te caen por millones.

-—Tampoco es... tan así.

—¿Tan? Que egocéntrico eres, JunMyeon.

Risas y risas. ¿En verdad parecía tan fácil?

Tenía todo lo que cualquiera desearía: familia, amigos, una carrera en ascenso y dinero.

¿Eso le faltaba? Además de salud, pero eso él no lo contaba.

Negó, no tenía que pensar en trivialidades ahora. Era tarde, estaba cansado, pero el guión no se leería solo. Ya luego tendría tiempo de leer, jugar videojuegos, comer o dormir.

Aquí tienes el mundo que siempre soñaste, actor y futuro cantante Kim JunMyeon.

La escena que llamas vida debe continuar.

Pero antes, entre todo ello encendió el ordenador, presionó aquel play en un vídeo por primera vez.

Esa música, aquella voz, ¿a dónde había estado ese canal todo ese tiempo?

Quedó conectado a tal espectáculo hecho vídeos por horas y uno de esos pequeños pedazos rotos de su interior pareció vibrar.

La idea de cantar ahora no parecía tan descabellada.

Deseaba ese arte, esa capacidad, ¿eso era lo que necesitaba si deseaba avanzar al mundo musical?

-¿Podré hacer que lo contraten?

Una nueva puerta se abrió.

O eso creyó.